Amigos cariñosos?
Amigos cariñosos?

Magaly Medina 'resignada' anunció hace dos noches a sus televidentes que contra su voluntad, en la última edición de su revista se publicarían fotos suyas acompañada de su nuevo 'galán', el notario Alfredo Zambrano. 'Esas imágenes las tomó la unidad de investigación de mi revista hace un mes y yo prohibí que salieran a la luz. Pero han pasado las semanas y los periodistas cuestionaron mi decisión porque en otros medios han aparecido fotos similares y me dijeron que ya era hora de que lo hiciéramos nosotros. Bueno, aquí están, pero no haré mayor comentario de ello', dijo la periodista.
Es así que ayer en la última edición de 'la revista de miércoles' se publican fotografías de la conductora saliendo del restaurante San Ceferino (cuya especialidad es la comida italiana) acompañada del notario chimbotano Alfredo Zambrano. Según explica la publicación, la pareja acudió en el automóvil de Zambrano a la conocida trattoria sanisidrina el 14 de febrero, siendo esta la primera vez que la dupla es fotografiada en una salida nocturna.
Zambrano conoció a Medina hace dos años gracias a Ney Guerrero, quien los presentó en una reunión social. Pero es recién en los últimos dos meses que, según cuenta el magacín, han estrechado sus relaciones, que dejan en el suspenso si son románticas o meramente amistosas.
La nota que adjunta imágenes de la pareja en pleno Día de San Valentín, desmiente que Zambrano posea casa en Asia, pero confirmó que los tórtolos estuvieron veraneando a bordo de un yate, propiedad de un amigo.
El abogado de 39 años, quien pertenece a la Tuna Universitaria de la San Martín, no escatima en gastos a la hora de halagar y mimar a la conductora. En el primer programa de su actual temporada, la 'Bocona' recibió un vistoso arreglo floral con la tarjeta de Alfredo, que llevaba una romántica dedicatoria.
Los malpensados, que nunca faltan, ven demasiado oportuno que aparezca en estos momentos, la noticia de un 'romance' de Magaly, cuando el rating del programa no es tan alto como en sus buenos tiempos. Y es que en el mundo de la televisión nada es casualidad.