Shirley Rázuri, la aún esposa de Amilton Prado, recibió una singular sugerencia de regalo, nada menos que de la ex amante del jugador, Cindy Marino. A horas de celebrar la Navidad, la bailarina se vistió de Mamá Noela y dijo que a Shirley 'le regalaría un candado gigante con llave para que no se le escape el marido'.
A su ex, en tanto, no le regalaría nada, 'pero sí le aconsejaría que no mienta', dice muy sentida.
La ex integrante de las Hechiceras cambió de look y dejó sus conocidos rulos por el cabello lacio, pues asegura que quiere borrar toda imagen pasada. 'Quiero una nueva vida y gracias a Dios tengo el apoyo de mi hija y de mi familia. Olvídense del tema de Amilton que ya volteé la página. De todo lo malo hay que rescatar lo bueno y eso es lo que haré'.
Y no cabe duda que Cindy sabe sacarle provecho al amorío que mantuvo con el pelotero, ya que acaba de ser contratada para ser la animadora oficial de la fiesta de fin de año que la discoteca Tumbao realizará en sus tres locales. Además los contratos le llueven para animar discotecas en Lima y provincia. Todo por un bendito ampay. Aunque los rumores de una reconciliación con el 'Cholito' Prado son cada vez más fuertes, Cindy lo niega, aunque reconoce que será difícil olvidarse de él.
'Es difícil olvidar, estoy en proceso pero estoy tranquila. Los recuerdos vienen a la mente, no podría decir si fue bueno o malo estar con él, pero uno aprende de los errores y yo ya aprendí'. Según ella el jugador de Alianza Lima no la llama y no ha intentado acercársele, menos aún sabe si la esposa de él lo alejará de su hija por haber sido infiel.
'No sé si por castigarlo le quiten a su hija o si lo han perdonado. No me interesa hablar de eso. Me hizo mucho daño y nada de lo que haga me importa, es un capítulo cerrado'.