La función debe continuar, reza un viejo dicho que cumplen a rajatabla todos los artistas, los verdaderos, esa rara especie de locos buenos que contra viento y marea suben a un escenario para hacernos vivir mil y una historias. Regina Alcóver es una de ellas y a pesar del robo que sufrió una hora antes del inicio de la función de Querido mentiroso el pasado jueves, tuvo que guardar su indignación para encarnar su papel en la comedia que presenta en el Teatro Marsano.
El público nunca supo de su desazón, la premió con el aplauso y eso la alivió en parte. Sin embargo, ayer, ya en casa estuvo desconsolada, no pudo dormir recordando el penoso incidente vivido a la altura de la Vía Expresa con el Puente Gonzales Prada, en Surquillo, cuando un delincuente arrojó una bujía a la luna del taxi en el que se movilizaba, rompió el vidrio y le robó la cartera.
Me robaron de una manera horrible. El serenazgo estaba cerca y no hizo nada. No pude ver al delincuente, cuando levanté la vista ya no había nadie. Solo espero que me devuelvan los documentos. Es muy triste lo que está pasando en Lima, está invadida, esto no da para más. Gianmarco, radicado en Los Ángeles, inmediatamente ocurrido el hecho que afectó a su madre, se pronunció en su cuenta de Facebook.
Se siente rabia e impotencia no poder estar en Lima y enterarme de esas cosas. Es una pena que la inseguridad ciudadana nos siga afectando de esa forma. Esta noche cuando se abra el telón, Regina cambiará de piel por unas horas. Olvidará lo ocurrido. La realidad se vive fuera del escenario, es dura y parece que nadie hace nada por cambiarla.