Geni Alves nunca imaginó que pasaría la noche en una fría celda luego de haber dormido en los más lujosos hoteles cinco estrellas cuando disfrutaba de la buena vida. La brasileña fue detenida por la Policía, enmarrocada y llevada a la comisaría de Miraflores, luego al Instituto de Medicina Legal y finalmente a la División de Requisitorias por no asistir a las citaciones del juzgado que lleva la demanda que le entabló Milena Zárate por difamación y calumnia. Una llorosa y sorprendida Geni solo atinó a decir durante su arresto que estaba confundida. “Hice lo posible para acatar todo, pero he estado enferma. Tengo que tomar todo positivamente, estoy un poco nerviosa. No sé qué pensar”, comentó Alves, pero luego su abogado alcanzó a decir que a ella nunca le llegaron las citaciones.
Ayer a primera hora la rubia fue llevada al juzgado que lleva su caso y a su salida no quiso declarar a la prensa, aunque se supo que ella culpa a Milena Zárate de su desgracia. La colombiana afirma que son cuatro las demandas que han sido aceptadas en contra de Alves y que esto solo es el inicio. La brasileña clama por perdón al afirmar que se encuentra en la bancarrota y no tiene cómo afrontar los juicios. La telenovela tiene para rato.