Gonzalo Vargas Llosa: Desconozco a mi padre

Mientras que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se mostrarán en público en la inauguración de una tienda de Porcelanosa en la Quinta Avenida de Nueva York, que promete ser el evento del año, muy cerca de allí, su hijo Gonzalo Vargas Llosa cenará con su madre -y todavía esposa del literato- y sus hermanos en un evento íntimo. “Estaremos en dos mundos distintos y sin ningún contacto”, asegura Gonzalo. 

La vida del escritor ha dado un giro de ciento ochenta grados. Ahora es frecuente verlo cenando en restaurantes exclusivos con “La reina de corazones” o disfrutando de sus lujosas vacaciones. “Ese no es el Mario Vargas Llosa que yo conozco”, lamenta su hijo. “A pesar de su éxito como escritor, mi padre nunca ha comprado un coche de lujo, nunca ha alquilado un avión y nunca ha vivido en una mansión. Para mis padres, el lujo, sobre todo cuando se exhibe innecesariamente, ha sido sinónimo de falta de gusto”, explica. 

Sin embargo, Isabel Preysler le hizo cambiar. “A mi padre le indigna que piensen que comercializa su vida, lo irónico es que otros no tienen la misma actitud”, afirma Gonzalo. Y por si quedaban dudas de a quién se refiere con los “otros”, aclara que “si él insistiera en que su relación se desarrollase lejos de las cámaras y fiestas, lo más probable es que no durasen ni un mes”.