Con temas cantineros de su repertorio y vitoreando su nombre una y otra vez, el bolerista Lucho Barrios fue enterrado ayer en la tarde en el camposanto Mapfre de Huachipa, al lado de donde descansan los restos de la entrañable Jesús Vásquez y también de los músicos de Néctar, que junto a su líder Johnny Orosco fallecieron trágicamente en Argentina.
A la ceremonia religiosa no faltó nadie, ni siquiera su esposa Zenobia, con quien estuvo unido muchos años y trajeron al mundo a sus hijos Lucho y Armando.
A pesar de que nos separamos siempre lo he llevado en mi corazón, declaró la ex vocalista de Los Kipus.
El ataúd con los restos del querido bolerista fueron trasladados desde las instalaciones del Museo de la Nación, en que fueron velados, hasta la sede de la Municipalidad de Lima, allí el alcalde Luis Castañeda le rindió un homenaje y entregó a sus familiares La Medalla de Lima en forma póstuma. Posteriormente fue trasladado a la iglesia Las Nazarenas y se oficializó una misa de cuerpo presente.
Ya en su última morada, fanáticos, amigos y familiares lloraron desconsoladamente, dándole el adiós eterno. En el lugar se pudo divisar a varios de sus queridos amigos y colegas, como Pedrito Otiniano, Chalo Reyes, Manolo Ortiz de Los Morunos, Guiller, Jhonny Farfán, Carmencita Lara, entre otros.
El alcalde de Valparaíso, Chile, Jesús Castro, anunció un merecido homenaje para Lucho Barrios en su tierra para el mes de octubre.
Lucho brindó su arte a Chile y nosotros sólo le tenemos mucho agradecimiento. Voy a realizar las gestiones del caso para poner su nombre en una calle y un populoso distrito de mi jurisdicción, porque se lo merece. Asimismo, en octubre realizaremos un show en su honor con la presencia de sus hijos, el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, y artistas de mi país, aseveró.
Tras el llanto sin consuelo de sus hijos Lucho Jr., Armando y Milagros, se procedió a lanzar al cielo palomas blancas en su honor y a ritmo de Mi niña bonita, uno de sus grandes hits. Su féretro quedó enterrado entre palmas y vivas de sus seres queridos y fanáticos.
Entre el público encontramos sollozando a su esposa Zenobia, quien lamentó no haberse despedido del cantante en vida. Hoy tengo que llorarlo en su tumba. Nos separamos, pero mantuvimos una buena relación, tuvimos dos hijos maravillosos que siempre nos mantuvo unidos. Me duele mucho su partida, a pesar de que ya no está conmigo en esta tierra, siempre lo llevará en mi corazón.