Los gastos realizados por el suboficial FAP Víctor Ariza Mendoza con las tres mujeres en su vida, el pago por los estudios de sus hijos (colegio y universidad), el alquiler de un departamento, su alimentación y movilidad, así como el gasto económico para su diversión, superan 'en gran cantidad a su ingreso que recibe por la FAP', indica el juez que investiga el caso.