La impunidad visible en el caso “Mila”, cuyo padrastro sigue libre pese a que la violó y embarazó, es una constante en el delito de violación sexual contra menores de edad.
Además de los agresores sexuales “favorecidos” por el sistema de justicia, están aquellos que han logrado evadir su castigo y permanecen prófugos.
En total, en el Perú hay 298 procesados o condenados por violación sexual a menores que tienen paradero desconocido y se encuentran incluidos en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior (Mininter).
Por datos sobre sus ubicaciones se ofrece entre S/15,000 y S/100,000.
La suma más alta solo es dada por uno de los requisitoriados: Manuel Anastacio Garrido Principe, un excapitán del Ejército que desde el 2019 tiene orden de prisión preventiva y es investigado por violar a su hijastra de 13 años.
Edwin Pacco Bautista es otro por el que otorgan una importante recompensa de S/80,000. Está sentenciado a cadena perpetua por violar en varias ocasiones a dos hermanas de 7 y 12 años, en Madre de Dios. En abril último logró escapar del penal de Puerto Maldonado, en la misma región, y hasta ahora se desconoce su paradero.
SIN HALLAZGOS
Aunque son los más buscados y gran parte tiene una condena u orden de prisión preventiva, varios han burlado a la justicia por más de cinco años
Por ejemplo, Luis Eduardo Carrasco Purizaga, quien fue condenado en noviembre de 2022 a cadena perpetua por este ilícito. Él fue denunciado en 2015 por los familiares de su víctima. Hasta la fecha no hay rastro de él, pese a estar incluido en el Programa de Recompensas desde 2017.
También desde ese año figura Raúl Huallpa Gómez, sujeto que violó y embarazó a su ahijada, en Tacna.
En esa lista figura, además, Luciano Pacheco Torre, abogado y extrabajador del Centro de Emergencia Mujer, a quien se le sentenció a cadena perpetua por la violación contra una menor de 10 años, en 2021. Por este sujeto se ofrece 30 mil soles.