Pensó que era el gran el amor de su vida, pero ella terminó robándole sus cosas de valor y dinero. Un joven peruano confió la llave de su casa a quien creía que era su enamorada, una guapa venezolana de nombre Lauri Lucemili Granados Gutiérrez.
“Me robó mi lavadora, refrigeradora, televisores, muebles, mi cama, perfumería, cortinas, los parantes de aluminio y hasta mi cepillo de dientes”, contó el agraviado Edwin Pichigua Guzmán, de 35 años.
Aunque la relación terminó mal, ellos vivieron juntos más de un año. “Le dije para convivir y convivimos pues, pero no pensaba llegar a estos extremos”, contó el programa Domingo Al Día.
Pese a que admite haberla agredido “por celos”, él asegura que se llegó a enamorar: “Sí, me llegué a enamorar, me tatué su nombre, ella se tatuó el mío”.
Piden garantías
Familiares del agraviado, revelaron que han recibido amenazas por parte de la familia de la joven venezolana.
“Pido garantías para mi vida. Me indigna que la hayan dejado en libertad”, señaló Angel Soria, primo de Edwin.
Todo ocurrió la mañana del último jueves, cuando Lauri Lucemili Granados Gutiérrez aprovechó la ausencia de Edwin para robarle sus cosas de su casa ubicada en Independencia. “Yo había salido a trabajar y cuando regreso encontré mi casa sin nada. Si se hubiera podido llevar el piso, lo hacía”, siguió contando el decepcionado joven.
Además de llevarse sus bienes materiales, valorizados en más de S/10 mil, también se llevó S/1,500 en efectivo que él guardaba en su vivienda. Gracias a un vecino, que reconoció al chofer de la supuesta mudanza que le hizo la venezolana, Edwin Pichigua logró recuperar sus bienes, que habían sido llevados a una casa alquilada por otra llanera. El agraviado contó que conoció a la extranjera en un carwash, cuando llevaba sus mototaxis a lavar.
“Creía que era amor sincero”, dijo al confirmar que convivían desde hace más de un mes. Ella y sus cómplices fueron detenidos, pero luego quedaron libres.