Carlos Rodríguez, papá de Solsiret, ahora se encarga de la crianza de los dos nietos que le dio su hija.
Carlos Rodríguez, papá de Solsiret, ahora se encarga de la crianza de los dos nietos que le dio su hija.

La desaparición de su única hija, Solsiret, cambió por completo la vida del señor Carlos Rodríguez Meneses (69), quien mantiene intacto el recuerdo de la última vez en que la escuchó llamarlo “papito” y en la que se dieron un beso de despedida que no se repetiría nunca más, ni siquiera hoy en que se celebra el Día del Padre.

Fue exactamente el 21 de agosto del 2016 y dos días después empezó a vivir, junto a su esposa Rosario Aybar, un calvario marcado por la incertidumbre, el dolor y, sobre todo, la injusticia.

Pese a que su “Sol”, como llamaba a su hija y quien desde el año 1993 alegró sus días, prometió visitarlos, no pudo hacerlo por el reinicio de sus clases en la universidad, a las que asistió aquel 23 de agosto, en que su rastro se borró para siempre.

“Su pareja Brian Villanueva Castillo llama a mi esposa y le dice que Solsiret se había ido de la casa. Mi señora le dijo ‘pero cómo que se ha ido’ y le preguntó si alguien le había hecho algo. A lo que solo respondió ‘que no’”, cuenta.

Búsqueda incansable para la familia Rodríguez Aybar

Ese día, Don Carlos comenzó la búsqueda de su hija que duró tres años, seis meses y 20 días, tiempo en el que conoció a fondo un sistema de justicia que trabaja de espaldas a los ciudadanos.

Desde que se acercó con su esposa a interponer la denuncia por la desaparición en la Dirincri del Callao, tuvo su primer “encontrón” con una Policía indiferente.

“El superior (Pio) Pastor Bocangel nos dijo que ‘seguro (su hija) estaba con la cabeza caliente’ y no quiso aceptar la denuncia. Nos pidió que la llamemos (a mi hija) por teléfono para convencerla (de regresar)”, recuerda.

Mamá de Solsiret: “Para hallar a mi hija he demorado casi 4 años. ¿Y para encontrar justicia cuánto tiempo más?”

Los días transcurrían y el paradero de Solsiret seguía siendo desconocido. Sus padres recibieron por parte de su pareja, primero, supuestos mensajes de ella y luego pistas de su ubicación por las que recorrían la ciudad y exponían su seguridad sin resultado alguno.

Incluso, les llegaron mensajes supuestamente de su hija, que solo aumentaron sus dudas, pues reconocieron que no era ella.

“En el Perú no existe la justicia”

Pese al dolor que sentía, Carlos Rodríguez hizo labores de investigación que le correspondían a la Policía. “Dejé de trabajar (...) No podía trabajar, mi cabeza no me daba para el trabajo. Yo quería encontrar a mi hija (...) En esos días me jubilé y cuando me di cuenta ya no había dinero en el banco”, comenta a OJO.

Este largo periodo de incertidumbre acabó el 18 de febrero del 2020 cuando fueron hallados algunos restos de la joven madre de dos pequeños en un inmueble del jirón Condesuyos, Cercado de Lima, habitado por Andrea Aguirre Concha y su pareja Kevin Villanueva, concuñada y cuñado de Rodríguez Aybar.

Cuando don Carlos estaba en Huaral haciendo un cachuelo para tener algo de dinero, recibió la noticia. “Me corrió una corriente por todo el cuerpo”, detalla, pero todo lo que sintió se disipó en segundos cuando le mencionaron que solo encontraron parte de los restos. De inmediato, tomó el primer bus y retornó a Lima.

Finalmente Aguirre Concha confesó su crimen a la Policía, en el que según la justicia peruana, participó el cuñado de Solsiret, Kevin Villanueva Castillo. Ambos fueron enviados a prisión preventiva, pero como si no hubiese sido suficiente para la familia Rodríguez Aybar, salieron en libertad en los primeros días de mayo último debido a exceso de carcelería.

Por presión mediática, el juicio avanzó y, apenas hace unos días, el Villanueva Castillo por feminicidio, y a 28 años a Aguirre Concha, por homicidio calificado; sin embargo, para Don Carlos a ambos debieron darles cadena perpetua y considera que aún faltan más implicados. “La justicia en el Perú es una utopía. No existe”, asegura.

Hoy en día, a sus casi 70 años, el papá de Solsiret se encarga, en compañía de su esposa, de la crianza de sus dos nietos que le dio su hija. “Estamos tratando de salir adelante, de recuperarnos. Pidiéndole a mi hija que nos ilumine y pidiéndole a Dios que nos dé fuerza”, afirma.

OJO AL DATO. La Corte Superior de Justicia del Callao sentenció a 3 años y 8 meses de pena efectiva a Brian Villanueva, ex pareja y padres de los hijos de Solsiret, y a su madre Yolanda Castillo García, por ser coautores del delito encubrimiento real.

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