Cajas de cervezas en cantidad, comidas en ollas, personas bailando. Este hecho es una de las infracciones más concurrentes durante aislamiento social obligatorio que hallan la Policía y los agentes de serenazgo en varios rincones del país.
Pese a la orden de inamovilidad, vigente desde mediados de marzo, son cientos los peruanos que han desacatado al participar en fiestas “chicha” o reuniones sociales clandestinas.
En las intervenciones a los participantes de estos eventos prohibidos en cuarentena se detectó que varios se desplazaron desde otros distritos para asistir a la reunión.
Esta infracción, según los especialistas consultados por OJO, ha hecho que el virus se propague rápidamente.
“Esto es peligroso, ya que este tipo de fiestas clandestinas trasladan el coronavirus y son focos de infección. Debe haber un trabajo integrado entre vecinos, policías y serenos para intervenirlas y sancionarlas (a las fiestas) a tiempo. Estas reuniones son un problema en la lucha contra el COVID-19”, señaló el epidemiólogo Raúl Salazar.
FIESTEROS.
Según cifras de la Policía Nacional, unas 3015 incidentes como fiestas, reuniones sociales, hasta serenatas o miniconciertos se han reportado en todo el estado de emergencia, donde paradójicamente se buscaba mantener el distanciamiento social.
Lima, Lambayeque, Arequipa son las regiones principales donde se han hecho más intervenciones de este tipo.
En la capital, por ejemplo, en el distrito de Independencia se intervino unos 1100 fiestas “chicha” y otros incidentes bulliciosos.
“De lunes a jueves se intervienen cinco casos. Pero los fines de semana hay como 30”, detallaron a este diario.
“Al peruano le gusta las fiestas. Cuesta, pero tenemos que mantenernos en casa y evitar trasladarnos, por más que se levante la cuarentena. Fueron en estas reuniones donde la gente se ha contagiado más”, consideró el especialista.