Los smartphones se han convertido en fieles compañeros del día a día; sin embargo, son muy pocas las personas que conocen el proceso detrás que deben pasar antes de salir al mercado.

Esta parte es fundamental para garantizar la calidad que ofrecen las marcas, pues tienen que cumplir con todas las expectativas del consumidor.

En OPPO, los dispositivos deben pasar por cuatro estrictas pruebas de calidad, bajo condiciones extremas, antes de ser comercializados a nivel mundial.

Prueba de radiación UV

Esta consiste en la exposición de ciertas partes del smartphone durante 96 horas a radiación UV para comparar las áreas expuestas y no expuestas para evidenciar cualquier cambio.

Prueba de resistencia al desgaste

Con la finalidad de testear la calidad de la parte trasera del smartphone, se realiza una serie de pruebas para ver si el celular es apto para el mercado.

El estudio se hace con tres materiales: lana de acero con el cual se realizan 2 500 pruebas, plástico con 200 pruebas y franela también con 200 pruebas.

El objetivo es que, después de realizar el test, el celular debería verse como nuevo.

Prueba de seguridad de carga a altas temperaturas

En esta prueba, los dispositivos están sometidos a altas temperaturas, demostrando que la carga se detiene automáticamente cuando la temperatura de la batería llega a un límite peligroso para el usuario.

De esta manera, se confirma que el control de temperatura garantiza un proceso de carga segura en todo momento.

Prueba de calor y fuego de la cubierta interior

Es importante que los smartphones estén hechos a base de materiales que sean resistentes al fuego para que no expongan la seguridad del consumidor si es que están en un lugar con altas temperaturas o cerca al fuego.

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