Estoy loco por los tatuajes
Estoy loco por los tatuajes

José (36, Ventanilla). Doctora, requiero un consejo. Yo me considero una persona bromista, soy bastante romántico y tengo muchas ganas de amar y de ser amado. Pero en la parte sentimental de mi vida he tenido muy malas experiencias, lo que me ha impedido interactuar o buscar pareja desde hace un buen tiempo. Pese a que he querido superar esta situación de escasez amorosa y sequedad sentimental, esas malas experiencias me han marcado mucho. Además, tengo una especie de filia hacia los tatuajes y eso incrementa mi inseguridad. Cuando conozco a una chica que me parece interesante, lo primero que busco en su cuerpo son estas marcas permanentes, y si no las tiene, la descarto. A veces, cuando voy por la calle, me desespero y siento placer al observar un tatuaje en el hombro, pecho o incluso semicubiertos por la ropa en zonas atrevidas. Ando buscando una mujer que no tenga prejuicios y entienda el placer que me producen los tatuajes en el cuerpo. A veces pienso que no la puedo encontrar porque me creen algo loco al priorizar mi gusto por estas marcas en una anatomía femenina. Mis amigos me dicen que para dejar de lado esta obsesión imagine cómo se verán esos tatuajes de aquí a treinta años cuando la piel comience a llenarse de arrugas. Le confieso, doctora, que eso me excita mucho más. En realidad, no estoy seguro de que esto sea un gran problema, de todas maneras sigo esperando encontrar a una chica que no tenga prejuicios y me acepte como soy. Por favor, bríndeme un consejo.