Incendio en La Victoria: Llamas devoraron edificio

Los que parecía un amago de incendio para los empleados de Representaciones Tecnimotors se convirtió en un voraz siniestro que dejó en escombros un edificio de cinco pisos ubicado en la avenida Nicolás Arriola 2285, en el distrito de La Victoria, y que hasta el cierre de esta edición no podía ser controlado totalmente por los bomberos.

Alcanzó los mil grados de temperatura. El fuego se inició en el tercer piso que funcionaba como depósito de llantas, motos y repuestos. Ante la mirada atónita de los empleados, el fuego se expandía a los otros pisos del inmueble por la cantidad de material inflamable que había a su paso. No les quedó más remedio que salir corriendo.

Eran las 9 y 30 de la mañana y media hora después ya había alcanzado grandes proporciones. La nube negra se podía ver desde varios distritos de la capital.

'Los empleados trataron de apagar el fuego, pero no pudieron, pues en cuestión de segundos el tercer piso se incendió y todos salieron corriendo', contó un vecino. 'Pero tuvieron tiempo para sacar las computadoras y demás artículos de oficina que habían en el primer y segundo piso, así como las motos que estaban en exhibición en la calle', anotó. En tanto, los vecinos entraban en pánico por el temor de que el fuego llegue a sus casas y negocios. Ni bomberos ni agua

Después de 30 minutos de angustia y temor, llegaron las primeras 10 unidades de bomberos que, muy pronto, se tornaron insuficientes. Luego lo harían más unidades. Un tiempo después, llegaron cisternas de Sedapal y de los distritos de Santa Anita, Villa María del Triunfo, Jesús María y La Victoria, pues no había demasiada agua para combatir el fuego.

Un grupo de valerosos bomberos ingresó al interior del local, pero no pudo hacer mucho. Las llamas alcanzaron sin dificultad el quinto piso, que tenía una construcción prefabricada. En medio del combate con el fuego, dos bomberos resultaron heridos. Enzo Vattuone Navarro presenta quemaduras en ambas piernas y Diego Jaime Robles sufrió cortes y fracturas.

Otros siete sufrieron asfixia. Los obreros Alberto Cuya (34), César García Peralta (28) y Yosimar Lingán Rueda (25) resultaron con quemaduras de segundo grado en los brazos. Ante el crecimiento de las lla- mas, se llevó al lugar un brazo artículado y una escalera telescópica para controlar el fuego de los pisos superiores, pero inicialmente no sirvió de mucho, pues no había suficiente presión de agua.

Finalmente, fueron necesarias 66 unidades de bomberos para 'contener' la emergencia después de 10 horas. Al mediodía, en el quinto piso explotó un tanque de acetileno (químico que se usa para las soldaduras) y derrumbó parte de una pared. La detonación se habría producido por los mil grados de temperatura que alcanzó el siniestro.