La cifra de casos confirmados de coronavirus sube y sube cada día en nuestro país (ya suman veintitantos) y, entonces, están refrendadas las decisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del gobierno del presidente Martín vizcarra de ponerle el rótulo de pandemia global al COVID-19 y suspender las clases escolares, universitarias y de índole técnico, respectivamente.

La situación es seria y debemos tomarla en esa dimensión, no obstante, hay compatriotas que creen que se avecina el fin del mundo o las siete plagas y están que barren con los alimentos, jabones, desinfectantes, papel higiénico y demás vituallas en los supermercados. “Hemos vuelto a los tiempos de Alan”, alegó una señora cargada de bolsas a la salida de Macro, en Surco.

Calma, calma, calma. Que no cunda el pánico. Ya sabemos todos qué hacer para curarnos en salud y el Gobierno está tomando decisiones acertadas para ponerle un #AltoAl Coronavirus. Este jueves, por ejemplo, ha informado acciones complementarias, como que están prohibidas las concentraciones o espectáculos con más de 300 asistentes.

O sea, chau salsódromos, discotecas, salsotecas y locales cumbiamberos. Y también chau fútbol local, clasificatorias al Mundial y campeonatos diversos. La FIFA debe pronunciarse en cualquier momento en ese sentido. Este coronavirus nos tiene hasta la coronilla.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.