Si finalmente hay luz verde a la propuesta del presidente de adelantar las elecciones generales para el 2020, no queda mucho tiempo para que Lima y todo el país se llenen de parafernalia electoral ofreciendo el oro y el moro.

Seguro los caballitos de batalla de los eventuales candidatos a congresistas y de las planchas presidenciales serán frenar la inseguridad ciudadana, cerrarle el paso a la corrupción y darle una mejor calidad de vida a los peruanos; pero aquí vale una recomendación con carácter de súplica: por favor, compatriotas, voten con la cabeza; basta ya de elegir cacasenos.