Somos un país dominado por la informalidad. Y la informalidad, como hemos visto en Fiori, camina con la guadaña en mano, sin contemplaciones. Cualquiera sea la causa del incendio del bus fatídico, esa zona siempre ha olido a desgracia. Y es que, en ambos lados, reina el caos: por un centro comercial, por un mercado, por los buses y los paraderos clandestinos y, encima, la prostitución. Las municipalidades de SMP e Independencia tienen mucho que responder, además de las instituciones de control de transporte interprovincial. Basta de reaccionar cuando ya tenemos la tragedia encima.
HAY MÁS...