Es terrible lo que ha pasado en la . Si estamos hartos de la inseguridad que se vive a diario en calles y plazas, que la sangre llegue a la “Decana de América” ya es para preocuparse y tomar drásticas decisiones de vigilancia.

Y por esas cosas de la vida, el crimen del estudiante ocurre en la facultad de psicología, la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea.

En general, vivimos en un clima de crispación constante y cada vez se vuelve más común agarrar un arma y acabar con una vida por un quítame esta paja. Y la ferocidad de los delincuentes también ha ido en aumento. ¿A cuántas personas han  por rehusarse a entregar su teléfono? Cientos. Miles. Nos hemos vuelto una sociedad intolerante, indolente, sin escrúpulos.

Y, claro, la clase política, con su constante afán de confrontación, contribuye a que los ánimos estén caldeados, prestos a la pelea. Cunde el mal ejemplo. No decimos que por culpa de los políticos mataron al alumno en San Marcos, pero sí que las autoridades, entre ellos los congresistas, no ayudan a refundar un país de paz y menos delitos.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.