¡Sobrino, he estado viendo los precios de julio! La buena noticia es que la inflación está cayendo. ¡Igual sigue caro todo! Pero los precios suben cada vez menos. Lo malo es que dos de los productos que más subieron son la cebolla roja y el limón. ¿Antojado de cebichito?

¡Guarda, sobrino! Nuestra cocina todavía anda con la billetera apretada. Y es que aparte de las dificultades del año pasado con los precios de los fertilizantes por las nubes y las menores siembras, ahora los temas climáticos están pasando su factura.

Me ha dateado un sobrino characato que la cebolla en el sur es sensible a los cambios de temperatura. Como hace más calor de lo normal, hay menos o peor cosecha.

Además, el calor trae plagas que afectan a varios cultivos. Encima, las lluvias en el norte dañaron muchas áreas sembradas. Nada, sobrino, a rezar para que el clima aplaque su ira y que no vengan más “cositas” por el lado internacional que vuelvan a afectar los precios. ¡Quiero mi cebiche!