Los peruanos recordamos hoy los 53 años del terremoto de magnitud 7,9 del 31 de mayo de 1970 que devastó la costa central de nuestro país y en especial a la ciudad de Yungay, en el Callejón de Huaylas, que quedó sepultada por un descomunal alud con todos sus habitantes abajo. Se estima que hubo 70 mil fallecidos, además de millonarias pérdidas materiales. Fue una de las peores tragedias de nuestra historia, solo comparable con la pandemia de COVID-19 que provocó la muerte de más de 200 mil peruanos en casi tres años. El mejor homenaje a las víctimas del terremoto de hace 53 años es participar hoy activamente en el Simulacro Nacional Multipeligro que se llevará a las 10 de la mañana y, en general, vivir siempre pensando que podemos ser sorprendidos por un terremoto. Solo la previsión y la responsabilidad de cada peruano podrá ayudar a que los daños sean los menos posible una vez se produzca el sismo que prevén los expertos.