Ayer el golpista Pedro Castillo se negó a declarar a la Comisión de Fiscalización del Congreso que pretendió interrogarlo sobre la presunta organización criminal que habría encabezado, según el Ministerio Público, desde Palacio de Gobierno. Lo cierto es que alguien debería decirle al profesor chotano que ya no está en el poder para hacer lo que le dé la gana. Por si no se ha dado cuenta, el hombre es un recluso que tiene que acatar lo que disponen las autoridades. Parece que no se ha dado cuenta de que ya no es el jefe de Bruno Pacheco ni el padrino de Fray Vásquez. Cada día que pasa se confirma que los peruanos se equivocaron al elegir a este sujeto del que solo se sabía que era un sindicalista revoltoso, que llegó con sus parientes, sus amigos y sus paisanos a levantar todo lo que encontraron a su paso. No olvidemos que Fray pasó de cocinero de un chifa del Callao a darse la gran vida en autos de lujo. ¿De dónde? ¡Y así dicen que lucharon por el pueblo!