El deslizamiento del cerro La Quebrada ocurrió en el centro poblado de la Perla-Chaupis, en el distrito de Atavillos Bajo, provincia de Huaral. (Foto: @GORELIMA)
El deslizamiento del cerro La Quebrada ocurrió en el centro poblado de la Perla-Chaupis, en el distrito de Atavillos Bajo, provincia de Huaral. (Foto: @GORELIMA)

No salimos de una situación de emergencia, para ingresar en otra. Desde el mes de marzo el Perú viene recibiendo golpe tras golpe de la naturaleza. Primero fue la llegada del ciclón Yaku, luego las lluvias torrenciales que provocaron el desborde de ríos y los temidos huaicos, a eso se le sumaron las altas temperaturas en la costa, y ahora se presentan deslizamientos en la zona de Huaral, que hasta el momento ha dejado dos fallecidos y cinco personas desaparecidas. ¿Cuándo va a parar todo esto? Como dijo el primer Alberto Otárola, “es como si nos hubiera caído las siete plagas al país”. Aunque la furia de la naturaleza no se puede evitar, lo que sí está en manos de nuestras autoridades es mitigar sus consecuencias. Y en ese aspecto se ha cometido una serie de errores, el principal, que estamos jalados en obras de prevención. En los últimos cinco años, solo se ejecutó la mitad del dinero destinado para las obras de prevención de desastres. Con ese panorama, era de esperarse que los daños a causa de las lluvias y huaicos iban a ser cuantiosos. ¿Cuándo aprenderemos?