Supporters of Argentina's River Plate wait for the arrival of players at the hotel in Lima on November 20, 2019, ahead of the Copa Libertadores final football match against Brasil's Flamengo to be held there on November 23. (Photo by Luka GONZALES / AFP)
Supporters of Argentina's River Plate wait for the arrival of players at the hotel in Lima on November 20, 2019, ahead of the Copa Libertadores final football match against Brasil's Flamengo to be held there on November 23. (Photo by Luka GONZALES / AFP)

Juan Ochoa

En 1927, en el sudamericano limeño, campeonó Argentina gracias a un gordito que la rompió: Manuel “Chancha” Seoane, de Independiente. Luego, en 1945, el Sao Paulo jugó en Lima con dos estrellas históricas, el brasileño Leónidas y el argentino Sastre, frente a la “U” de Lolo Fernández.

En 1957, el más grande equipo argentino de la historia sólo pudo verse en Lima, destrozando 3-0 al Brasil de Didí y campeonando en Sudamérica. Ese ballet argentino de Sívori (el primer Maradona), Corbatta, Maschio y Angelillo, se disgregó después de Lima y nunca más se juntó.

Ese mismo año, Brasil llegó a Lima con Garrincha para jugar la eliminatoria con Perú. Empataron, luego ganaron en Río y se clasificaron al Mundial de Suecia, donde campeonaron por primera vez. Lima vio todo eso. En 1960 llegó Pelé al Perú con Santos y Di Stefano con la selección española. Hasta la masacre de 1964, cuando Argentina nos eliminó de ir a las Olimpiadas de Tokio, el público y la policía perdieron los papeles y murieron más de 300 cholos, la peor catástrofe de la historia.

Y en 1969, cuando aterrizó el Dynamo de Kiev con el arquero ruso Lev Yashin, Alianza Lima contrató a la leyenda argentina, Amadeo Carrizo, para que sólo aquí jugaran, en arcos distintos, los dos más grandes goleros de la historia: Carrizo y Yashin. El mejor Diego Maradona jugó bajo el cielo de Lima en 1985 y cayó maniatado por su cancerbero Lucho Reyna. Sólo Perú pudo ver al genio asfixiado y desecho por las patadas de Lucho. Y también en Lima, desde tribuna occidente, vimos cómo Brasil venció por penales a la Argentina del genio Tévez, tras lograr un empate agónico gracias a un cañonazo del monstruo Adriano.

Impresionante final limeña, de infarto y velorio entre brasileños y argentinos. Por eso, bajo este cielo de Lima, hay mucha historia. En el mismo Monumental de la “U”, el 2003, Rivaldo y Ronaldo no pudieron contra Perú en aquel 1-1 para las eliminatorias del mundial del 2006, empate que no sirvió de nada. Y el 2007, Kaká nos hizo un golazo en las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica, donde conocimos los toques de Ronaldinho Gaúcho.

Y luego llegó a Lima el “Pipita” Higuaín y nos vacunó siempre, como en las últimas eliminatorias para Rusia 2018. Y ahora, River Plate jugando su veintiunava final con Flamengo, en este histórico Perú.

Supporters of Brazil's Flamengo wait for the arrival of players at the hotel in Lima on November 20, 2019, ahead of the Copa Libertadores final football match against Argentina's River Plate to be held there on November 23. (Photo by Luka GONZALES / AFP)
Supporters of Brazil's Flamengo wait for the arrival of players at the hotel in Lima on November 20, 2019, ahead of the Copa Libertadores final football match against Argentina's River Plate to be held there on November 23. (Photo by Luka GONZALES / AFP)