Existen miles de supersticiones en las culturas de todo el mundo, algunas más disparatadas que otras, pero igual de aceptadas por la sociedad. Muchas de ellas son heredadas de los padres, abuelos o aprendidas con el paso del tiempo. En esta nota descubrirá el origen de las supersticiones más populares en el que, de seguro, usted no conocía.

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Tocar madera

Se cree que el simple gesto de tocar un pedazo de madera evita la, como si fuera una especie de bloqueo. Lo cierto es que esta práctica es bastante antigua y muchas culturas creían en ella porque, supuestamente, las criaturas místicas como hadas y espíritus vivían en los árboles. Otra teoría igual de aceptada afirma que “Tocar madera” es como tocar la cruz de Jesucristo.

Derramar sal

Dicen que quien derrama un poco de sal al suelo está invocando al mal augurio o, en el peor de los casos, al mismo Diablo. Este mito proviene del Imperio Romano, en donde la sal era un bien preciado que escaseaba en casi todos los hogares. Así pues, la persona que la derramaba por accidente se la consideraba desafortunada.

Barrer los pies

Si alguien le pasa una escoba por encima de los pies, esto quiere decir que está condenado a quedarse soltero o que se casará con una persona anciana. Por supuesto, esto no es cierto pero la superstición es tan popular que la mayoría evita exponer sus pies cuando alguien está barriendo. Pues bien, esta superstición nació en Europa en el siglo XVI, época en la cual se le temía a las brujas, quienes buscaban hombres a quien hechizar, y a su principal medio de transporte: la escoba.

Cruzar los dedos

Casi todos lo hacen cuando quieren atraer la buena suerte o, incluso, cuando desean que una mentira inocente no sea descubierta. Los cristianos del siglo XIV realizaban esta acción cuando anhelaban la protección de Dios ante amenazas importantes como enfermedades, brujería o la presencia de Satanás. ¿La razón? Al cruzar los dedos se hace un símbolo en griego que se traduce como “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”.

Por otro lado, quienes están mintiendo realizan este gesto como una señal de perdón ante Dios por el pecado que están cometiendo.

Ver a un gato negro

Cruzarse con este animal es considerada una mala señal; es decir, que algo maligno está a punto de ocurrir. Aunque los gatos negros no influyen en el destino, la superstición ha hecho que los mininos de color negro casi no sean adoptados por miedo. Sin embargo, el terror que se tiene hacia ellos no fue siempre así.

Hace más de 3000 años eran venerados en muchas culturas, principalmente en Egipto. Esto cambió en la Edad Media cuando se creía que eran los animales de compañía de las brujas. Por desafortunada coincidencia, la mayoría de mujeres ancianas de esa época tenían como mascota a gatos negros y desde ahí empezó la persecución hacia estos animales.

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