Irán: conservadores amenazan en público al presidente “moderado” Rohaní
Irán: conservadores amenazan en público al presidente “moderado” Rohaní

Los iraníes más conservadores dejan a un lado la contención y, en un paso más allá, llevan ahora a la calle sus duras críticas contra el moderado presidente de IránHasan Rohaní, a quien recuerdan que puede acabar como Abolhasan Banisadr, el primer mandatario de la República Islámica que terminó escapando del país.
Durante la tradicional ceremonia del Día de Al Quds, manifestación para pedir la liberación de Palestina y la caída de Israel, grupos de manifestantes rodearon ayer a Rohaní quien asistía al acto y le gritaron eslóganes en su contra, lo que obligó a sus guardaespaldas a sacarlo de allí.
"Rohaní-Banisadr, feliz enlace", fue uno de los lemas coreados por los asistentes, vinculando el destino de Rohaní con el primer presidente de la República Islámica, quien, a causa de su oposición contra los clérigos y su apoyo a la organización opositora Muyahedin Jalq, fue destituido un año después de asumir el mandato y huyó a París, "Muerte al clérigo estadounidense, muerte al hipócrita, muerte al mentiroso", gritaron los manifestantes, que ya antes de la llegada de Rohaní coreaban consignas como "Muerte a América (en referencia a EE.UU.), muerte a Israel y muerte a Al Saud (la monarquía saudí)".
Para el analista y catedrático de ciencias políticas de la Universidad Azad de Teherán, Mehdi Motaharnia, los ataques verbales de ayer son "una reacción a los eslóganes recientes de Rohaní" en las campañas electorales, en los que prometía más apertura tanto a nivel social e interno como a escala internacional.
"La sociedad quiere ir hacia el futuro (más apertura) y la globalización", como demuestra el hecho de que el programa político defendido por Rohaní en ese sentido recibió el apoyo de amplias capas de la sociedad, que le otorgaron unos 24 millones de votos, aseguró el analista.
Destacó que los rivales de Rohaní se resisten a ello y quieren proteger la situación actual.
En caso de que Rohaní adopte una orientación más aperturista "seremos testigos de un ambiente aterrador y el regreso hacia la situación de Abolhasan Banisadr", alertó Motaharnia, preocupado por el destino del presidente.
Además de Rohaní, otras figuras políticas, como el primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, y el relevante diputado reformista Alí Motaharí, quien expresa abiertamente sus posturas a favor de una mayor apertura y libertad, fueron recibidos por los manifestantes con gritos.
Lo ocurrido ayer, algo anómalo en la esfera política de Irán, supone un aumento de la fricción, la división y el conflicto entre gran parte de la sociedad, los seguidores de las reformas y el sector conservador.
Incluso, los conservadores esta vez se olvidaron de las advertencias del líder supremo del país, Alí Jameneí, quien previamente había expresado su oposición a este tipo de actitudes.
Las figuras políticas más relevantes de Irán asisten cada año a la ceremonia del Día de Al Quds, además de manifestar su rechazó a las políticas de Israel y su apoyo a Palestina.
En las elecciones presidenciales de Irán que se celebraron en mayo pasado, el principal rival de Rohaní fue el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, quien quedó en segundo lugar con el 39 por ciento de votos frente al 57 por ciento del primero.
Las promesas de Rohaní y su camino hacia el aperturismo han llevado a enfrentamientos verbales entre él y Jameneí, la máxima autoridad de la República Islámica y quien tiene la ultima palabra en el país.

Los iraníes más conservadores dejan a un lado la contención y, en un paso más allá, llevan ahora a la calle sus duras críticas contra el moderado presidente de IránHasan Rohaní, a quien recuerdan que puede acabar como Abolhasan Banisadr, el primer mandatario de la República Islámica que terminó escapando del país.
Durante la tradicional ceremonia del Día de Al Quds, manifestación para pedir la liberación de Palestina y la caída de Israel, grupos de manifestantes rodearon ayer a Rohaní quien asistía al acto y le gritaron eslóganes en su contra, lo que obligó a sus guardaespaldas a sacarlo de allí.
"Rohaní-Banisadr, feliz enlace", fue uno de los lemas coreados por los asistentes, vinculando el destino de Rohaní con el primer presidente de la República Islámica, quien, a causa de su oposición contra los clérigos y su apoyo a la organización opositora Muyahedin Jalq, fue destituido un año después de asumir el mandato y huyó a París, "Muerte al clérigo estadounidense, muerte al hipócrita, muerte al mentiroso", gritaron los manifestantes, que ya antes de la llegada de Rohaní coreaban consignas como "Muerte a América (en referencia a EE.UU.), muerte a Israel y muerte a Al Saud (la monarquía saudí)".
Para el analista y catedrático de ciencias políticas de la Universidad Azad de Teherán, Mehdi Motaharnia, los ataques verbales de ayer son "una reacción a los eslóganes recientes de Rohaní" en las campañas electorales, en los que prometía más apertura tanto a nivel social e interno como a escala internacional.
"La sociedad quiere ir hacia el futuro (más apertura) y la globalización", como demuestra el hecho de que el programa político defendido por Rohaní en ese sentido recibió el apoyo de amplias capas de la sociedad, que le otorgaron unos 24 millones de votos, aseguró el analista.
Destacó que los rivales de Rohaní se resisten a ello y quieren proteger la situación actual.
En caso de que Rohaní adopte una orientación más aperturista "seremos testigos de un ambiente aterrador y el regreso hacia la situación de Abolhasan Banisadr", alertó Motaharnia, preocupado por el destino del presidente.
Además de Rohaní, otras figuras políticas, como el primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, y el relevante diputado reformista Alí Motaharí, quien expresa abiertamente sus posturas a favor de una mayor apertura y libertad, fueron recibidos por los manifestantes con gritos.
Lo ocurrido ayer, algo anómalo en la esfera política de Irán, supone un aumento de la fricción, la división y el conflicto entre gran parte de la sociedad, los seguidores de las reformas y el sector conservador.
Incluso, los conservadores esta vez se olvidaron de las advertencias del líder supremo del país, Alí Jameneí, quien previamente había expresado su oposición a este tipo de actitudes.
Las figuras políticas más relevantes de Irán asisten cada año a la ceremonia del Día de Al Quds, además de manifestar su rechazó a las políticas de Israel y su apoyo a Palestina.
En las elecciones presidenciales de Irán que se celebraron en mayo pasado, el principal rival de Rohaní fue el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, quien quedó en segundo lugar con el 39 por ciento de votos frente al 57 por ciento del primero.
Las promesas de Rohaní y su camino hacia el aperturismo han llevado a enfrentamientos verbales entre él y Jameneí, la máxima autoridad de la República Islámica y quien tiene la ultima palabra en el país.

Los iraníes más conservadores dejan a un lado la contención y, en un paso más allá, llevan ahora a la calle sus duras críticas contra el moderado presidente de IránHasan Rohaní, a quien recuerdan que puede acabar como Abolhasan Banisadr, el primer mandatario de la República Islámica que terminó escapando del país.
Durante la tradicional ceremonia del Día de Al Quds, manifestación para pedir la liberación de Palestina y la caída de Israel, grupos de manifestantes rodearon ayer a Rohaní quien asistía al acto y le gritaron eslóganes en su contra, lo que obligó a sus guardaespaldas a sacarlo de allí.
"Rohaní-Banisadr, feliz enlace", fue uno de los lemas coreados por los asistentes, vinculando el destino de Rohaní con el primer presidente de la República Islámica, quien, a causa de su oposición contra los clérigos y su apoyo a la organización opositora Muyahedin Jalq, fue destituido un año después de asumir el mandato y huyó a París, "Muerte al clérigo estadounidense, muerte al hipócrita, muerte al mentiroso", gritaron los manifestantes, que ya antes de la llegada de Rohaní coreaban consignas como "Muerte a América (en referencia a EE.UU.), muerte a Israel y muerte a Al Saud (la monarquía saudí)".
Para el analista y catedrático de ciencias políticas de la Universidad Azad de Teherán, Mehdi Motaharnia, los ataques verbales de ayer son "una reacción a los eslóganes recientes de Rohaní" en las campañas electorales, en los que prometía más apertura tanto a nivel social e interno como a escala internacional.
"La sociedad quiere ir hacia el futuro (más apertura) y la globalización", como demuestra el hecho de que el programa político defendido por Rohaní en ese sentido recibió el apoyo de amplias capas de la sociedad, que le otorgaron unos 24 millones de votos, aseguró el analista.
Destacó que los rivales de Rohaní se resisten a ello y quieren proteger la situación actual.
En caso de que Rohaní adopte una orientación más aperturista "seremos testigos de un ambiente aterrador y el regreso hacia la situación de Abolhasan Banisadr", alertó Motaharnia, preocupado por el destino del presidente.
Además de Rohaní, otras figuras políticas, como el primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, y el relevante diputado reformista Alí Motaharí, quien expresa abiertamente sus posturas a favor de una mayor apertura y libertad, fueron recibidos por los manifestantes con gritos.
Lo ocurrido ayer, algo anómalo en la esfera política de Irán, supone un aumento de la fricción, la división y el conflicto entre gran parte de la sociedad, los seguidores de las reformas y el sector conservador.
Incluso, los conservadores esta vez se olvidaron de las advertencias del líder supremo del país, Alí Jameneí, quien previamente había expresado su oposición a este tipo de actitudes.
Las figuras políticas más relevantes de Irán asisten cada año a la ceremonia del Día de Al Quds, además de manifestar su rechazó a las políticas de Israel y su apoyo a Palestina.
En las elecciones presidenciales de Irán que se celebraron en mayo pasado, el principal rival de Rohaní fue el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, quien quedó en segundo lugar con el 39 por ciento de votos frente al 57 por ciento del primero.
Las promesas de Rohaní y su camino hacia el aperturismo han llevado a enfrentamientos verbales entre él y Jameneí, la máxima autoridad de la República Islámica y quien tiene la ultima palabra en el país.

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