Wall Street logra tres récords históricos con Donald Trump

Pocas plazas financieras más darwinistas que Wall Street. Animal adaptativo, el mismo parqué neoyorquino que hace una semana temía una victoria de Donald Trump, ahora firma su tercer récord histórico consecutivo para el Dow Jones.

Tres días de hitos consecutivos y seis días ininterrumpidos de ganancias, los mismos en los que podemos llamar a Trump "presidente electo", tras las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre.

El analista bursátil Naeem Aslam dijo hoy al canal CNBC que los últimos movimientos del presidente electo Trump han permitido "volver a confiar en que la persona que liderará la mayor economía del mundo ha empezado a pensar de forma más lógica".

Ayudaron además hacia la última hora de operaciones igualmente las palabras siempre tranquilizadoras del presidente de EE.UU., Barack Obama, que lejos de mostrar su alarma ante el nuevo gobernante que le sustituirá está apostando por transmitir calma tanto a los estadounidenses como al resto del mundo y también a los mercados.

Entre otros asuntos, Obama dijo que Trump no se moverá tanto por ideología como por pragmatismo y aseguró que el magnate le habría trasladado su voluntad de continuar con la colaboración en la OTAN, que puse en duda durante la campaña.

El resto de plazas también tuvieron una jornada de subidas y el bono estadounidense a diez años consiguió su mejor dato en casi un año. Los operadores se creen el crecimiento económica en EE.UU. prometido por Trump.

También coincidió esta sesión con el anuncio de nuevos nombres en la Administración que dirigirá desde el 20 de enero el polémico magnate y en la que Trump está haciendo equilibrios entre nombres más populistas y otros que contenten a las élites del partido republicano.

Así, se conoció que Stephe Bannon, un explosivo agitador mediático, tachado a menudo de racista y misógino, será el estratega jefe y asesor principal del presidente.

El jefe de gabinete será Reince Priebus, político de carrera que lidera desde 2011 el Comité Nacional Republicano y, por tanto, está muy bien conectado con las mayorías conservadoras en el Congreso.