Cartel promociona ofertaza.
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Divorciarse es el sueño de muchos y estudios de abogados, con anuncios callejeros, ofrecen hacerlo realidad en cómodas cuotas y animan a la gente a que acabe con sus matrimonios para pasar unas vacaciones de lo mejor.

Eso ocurre en España, donde indican que hay muchos que se están animando a divorciarse, a pesar de que, como indica la web El Confidencial, “el pico de rupturas de parejas suele darse a la vuelta de las vacaciones”.

La periodista Irene Cortés refiere que muchos despachos aprovechan para lanzar su publicidad varios meses antes y captar potenciales clientes.

Cartel llama la atención de los conductores.
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“Divórciate. Atrévete a pasar el verano como lo habías planeado” ya se anunciaba como servicios hace unas semanas un despacho de abogados de Vélez-Málaga. El mensaje se podía leer en un de la ciudad andaluza. Tras las letras, las siluetas de varias personas aparecen con los brazos en alto, en mitad de lo que parece un concierto, señala la nota de Irene Cortés.

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Una publicidad similar podía leerse estos días en varios coches que circulaban por Tenerife. En ellos, un bufete llamado FM Abogados había impreso en letras coloridas sus tarifas: divorcio de mutuo acuerdo, 175 euros (dos cuotas, matizan en una tipografía más pequeña); contencioso, 136 (cinco cuotas, es decir, 680 euros en total). “Si no te divorcias es porque no quieres”, remataban en letras rojas.


Clases de divorcio

En España, por la Ley 15/2005, por la que se modifica el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio suprimió las causas legales de separación y divorcio, desde 2005 no es necesario alegar una causa para lograr el divorcio.

El único requisito que se exige para poder divorciarse es que hayan transcurrido al menos tres meses desde el matrimonio.

El más fácil es el divorcio de mutuo acuerdo. El procedimiento a seguir es más rápido y económico, y evita problemas emocionales y enfrentamientos entre las parejas.

Las medidas adoptadas en el convenio regulador de mutuo acuerdo se cumplen con mayor agrado y facilidad. Es más beneficioso y menos dramático para los hijos, tanto menores como mayores de edad o emancipados. Las medidas a tomar dependerán de los cónyuges y no quedarán en manos de un tercero (el Juez).

Pero si no te pones de acuerdo con tu pareja, se debe acudir a un proceso judicial de divorcio contencioso más lento, costoso y cargado de tensiones emocionales.

El divorcio por vía contenciosa supone, en la mayoría de las ocasiones, someter a progenitores e hijos a estudios psicosociales, declaraciones judiciales y en general a un ambiente de crispación y hostilidad.

Por eso se dice que es siempre preferible optar por la vía del mutuo acuerdo porque la regulación de la nueva situación nace desde el acuerdo y no desde la crispación, evitando así las odiosas etiquetas de ‘vencedores’ y ‘vencidos’ y que una de las partes se quede con el sentimiento de, en cuanto pueda, instar una modificación de medidas.


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