El episodio masivo de blanqueamiento de corales en todo el mundo, causado por las temperaturas récord de los océanos, sigue extendiéndose y empeorando, advirtió el jueves la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

“Estoy muy preocupado por el estado de los arrecifes de coral en todo el mundo”, declaró en una rueda de prensa Derek Manzello, coordinador del programa sobre esas formaciones naturales de la NOAA.

Desde el anuncio de este nuevo episodio hace un mes, “otros nueve países y territorios han informado de un grave blanqueamiento del coral, entre ellos India y Sri Lanka”, dijo. “Esto ilustra que este evento está creciendo en tamaño e impacto”.

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No menos del 60.5 por ciento de la superficie mundial de arrecifes se ha visto afectada por estrés térmico en los últimos 12 meses, un récord anual, según la NOAA.

Aun así, el anterior evento mundial de blanqueamiento masivo, que tuvo lugar entre 2014 y 2017, sigue siendo el peor en términos de impacto acumulativo y duración, al menos por ahora, añadió.

La situación puede empeorar

Se espera que el episodio actual persista y se extienda a nuevas zonas durante el verano boreal. En particular, el Caribe ya está empezando a ver la acumulación de calor antes de lo esperado.

La Gran Barrera de Coral, al noreste de Australia, también se ha visto afectada. El acceso a la isla de Pling, en Tailandia, y al parque nacional costero de la isla de Phuket se cerró la semana pasada en un intento de proteger los corales.

Este suceso “no ocurriría sin el cambio climático”, insistió Manzello.

Los océanos llevan meses registrando temperaturas récord: el mes pasado fue el más cálido en los mares en un mes de abril, lo que supone el décimo tercer mes consecutivo de máximos.

La acumulación de calor “ha sido especialmente extrema y sin precedentes en el océano Atlántico”, completó Manzello.

Entender el alcance de las consecuencias de este episodio de blanqueamiento para los corales llevará tiempo, añadió. En el Caribe, por ejemplo, los corales que sobrevivan al calor podrían morir en uno o dos años “por enfermedades o concentraciones de depredadores”, explicó.