El hombre que llegó a ostentar en el pasado el título de la persona “más gorda del mundo” se quitó más de 25 kilos de piel después de haber adelgazado más de 300 kilos.
Paul Mason, un británico de 54 años, está en Nueva York, Estados Unidos, recuperándose de una operación que duró cerca de nueve horas para remover el exceso de piel que le quedó después de bajar de peso dramáticamente.
Mason pesaba 440 kilos y ahora su balanza marca 155 kilos. “Me había demorado mucho en quitármelos”, dijo Mason a la BBC.
“Y esta operación para remover el exceso de piel mejorará mucho las cosas en mi vida cotidiana”, añadió.
Según su relato, la piel sobrante le estaba dificultando su capacidad de moverse. “Ahora puedo caminar con más facilidad”, anotó.