En 2013, la irlandesa Margaret Loughrey acaparó la atención de la prensa local tras ganar 27 millones de libras esterlinas (37 millones de dólares) en la lotería Euromillions; sin embargo, hace unas semanas fue hallada muerta en su casa donde vivía sola.
La mujer de 56 años se había convertido en una de las ganadoras más importante del país, ya que había sido acreedora de uno de los premios mayores jamás entregados por la empresa.
Paul Gallagher, concejal independiente irlandés y amigo de la víctima, contó que Margaret vivía con apenas 100 dólares semanales y que el dinero ganado cambió por completo su estilo de vida: emprendió proyectos personales, prestó ayuda a sus familiares y personas cercanas y destinaba fracciones del premio a entidades benéficas.
“El buen trabajo que hizo, eso es lo que la gente debería recordar”, dijo, según pudo consignar Infobae.
“Margaret no estaba parada al frente diciendo, ‘mírame, mira lo genial que soy, dando un cheque’, simplemente lo hizo, muy silenciosamente y detrás de escena. Un grupo comunitario estaba muy deprimido y necesitaba fondos y ella los solucionó con dinero, lo que les permitió asegurar sus actividades y todavía están funcionando ahora, pero nadie lo sabe”, declaró a varios medios locales.
Un giro inesperado
Si bien todo tenía que ser felicidad, los 37 millones de dólares obtenidos por Margaret Loughrey fue el comienzo de una serie de problemas que anticipaba un final nada positivo. En 2015, la mujer recibió la ordenanza de un juzgado para cumplir 150 horas de trabajos comunitarios tras ser declarada culpable de agredir a un taxista.
El año pasado también fue notificada por un tribunal para indemnizar a un exempleado por 30 mil libras esterlinas (unos 40 mil dólares) por una demanda de despido injusto.
Pero en 2019 sus declaraciones dieron la vuelta al mundo porque culpó al dinero ganado en la lotería de haberla enviado a un viaje “de ida y vuelta al infierno” porque el premio le trajo “nada más que dolor”.
“Ha destruido mi vida”, añadió la mujer.
Según la policía, Margaret fue encontrada sin vida el pasado 9 de septiembre luego que las autoridades recibieran el reporte de una mujer fallecida en el área de Ballycolman Lane, ubicado en la ciudad de Strabane, Irlanda.
“Está claro por su vida pública que ella era una persona vulnerable y que otras personas vulnerables han estado expuestas a grandes cambios después de ganar grandes cantidades en loterías”, apuntó el exministro de Medio Ambiente, Mark H. Durkan, sobre el suceso.