Al 90 años, Walter Cunningham, el último sobrerviviente de la primera misión espacial tripulada Apolo 7 murió el 3 de enero en Houston, Texas (EE.UU.). Formó parte de la tercera promoción de astronautas de la agencia tras ser seleccionado en 1963 y fue uno de los primeros miembros de vuelos tripulados.

Antes de ser parte de la tripulación del Apolo 7, Cunningham formó parte del Apolo 2, hasta que fue cancelado, y también fue piloto de reserva del módulo lunar Apolo 1.

“Nos gustaría expresar nuestro inmenso orgullo por la vida que vivió y nuestra profunda gratitud por el hombre que fue: patriota, explorador, piloto, astronauta, esposo, hermano y padre. El mundo ha perdido a otro verdadero héroe, y lo extrañaremos mucho”, expresó la familia del exastronauta en un comunicado que dio a conocer la NASA.

“Walt Cunningham fue piloto de combate, físico y empresario, pero, sobre todo, fue un explorador. En el Apolo 7, el primer lanzamiento de una misión Apolo tripulada, Walt y sus compañeros de tripulación hicieron historia, allanando el camino para la Generación Artemisa que vemos hoy”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. “La NASA siempre recordará sus contribuciones al programa espacial de nuestra nación y envía nuestras condolencias a la familia Cunningham”.

Un misión más que espacial

Walter Cunningham hizo historia al formar parte de la tripulación de la primera misión tripulada de la NASA, junto con Walter M. Schirra, Jr.y Donn F. Eisele.

El 11 de octubre de 1968 la NASA lanzó la misión Apolo 7 de 11 días en los que la tripulación realizó ocho pruebas exitosas, entre ellas:

El vuelo duró 236 horas y la nave amerizó el 22 de octubre de 1968 en el Océano Atlántico.

El último sobreviviente del Apolo 7 se retiró de la agencia en 1971, pero siguió dirigiendo múltiples organizaciones técnicas y financieras.