Los miembros de Wagner fueron despedidos con vítores de Rostov del Don.
Los miembros de Wagner fueron despedidos con vítores de Rostov del Don.

En lo que analistas mencionan como el peor día en la vida política del presidente de , Vladimir , la rebelión de los mercenarios prorusos del Grupo Wagner acabó con su freno mientras con sus tanques avanzaban hacia Moscú, pero eso no eliminó la imagen de que el Kremlin es vulnerable y que su gobernante carece del poder que ostenta ante las cámaras.

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Aunque el líder del grupo de mercenarios , Yevgeni Prigozhin, acordó detener el avance de sus tropas por territorio ruso y “desescalar la situación” durante conversaciones que sostuvo con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, el mal ya estaba hecho.

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Prigozhin anunció en un mensaje en Telegram que las caravanas que avanzaron este sábado hacia Moscú darían la vuelta y regresarían a sus bases para evitar un baño de sangre en ambos bandos.


Frena avance

La oficina de prensa del presidente bieolorruso emitió un comunicado que decía que “Prigozhin aceptó la propuesta de Lukashenko de frenar el movimiento de Wagner en territorio ruso y otras medidas para desescalar la tensión”, informó BBC News Mundo.

Rusia acusó al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de incitar una "rebelión armada".
Rusia acusó al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de incitar una "rebelión armada".

“Fue posible encontrar una alternativa aceptable de desescalar [la situación] con garantías de seguridad para los combatientes de Wagner PMC”, indicó.


Apoyo clave

El ejército privado de mercenarios del Grupo Wagner que han estado luchando del lado de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión de Ucrania se rebeló este sábado contra los altos mandos militares del Kremlin, avanzando hacia el interior de Rusia, en dirección a Moscú.

Según medios estatales rusos, Prigozhin viajará a Bielorrusia y los cargos contra él y sus mercenarios serán retirados para evitar “un derramamiento de sangre”.


“Marcha de la justicia”

En un mensaje de audio publicado en Telegram, Prigozhin confirmó el regreso de sus tropas a sus bases y aseguró: “Querían desmantelar la compañía militar Wagner. Nos embarcamos en una marcha de la justicia el 23 de junio”.

Miembros del Grupo Wagner llegaron a Rostov del Don en la madrugada del sábado.
Miembros del Grupo Wagner llegaron a Rostov del Don en la madrugada del sábado.

“En 24 horas, llegamos a 200 km de Moscú. En este tiempo no derramamos ni una sola gota de la sangre de nuestros combatientes”, continuó.


Recibe puñalada

El acuerdo tiene lugar después de que las autoridades en Moscú implementaran este sábado un operativo antiterrorismo en anticipación a la llegada de las tropas del Grupo Wagner a la capital, que implicaba el cierre de algunos espacios públicos como la Plaza Roja, entre otras medidas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se dirigió a la nación en un discurso televisado el sábado por la mañana y acusó al líder del Grupo Wagner de traición, de embarcase en una rebelión armada y de darle a su país lo que calificó como “una puñalada en la espalda”.


Vergüenza para Putin

Michael O’Hanlon, analista del centro de investigación estadounidense Brookings Institution, le dijo a la BBC que cree que el acuerdo para detener el avance de las tropas del Grupo Wagner “tiene sentido” porque la situación en Rusia era “extremadamente riesgosa” desde el punto de vista de Yevgeny Prigozhin.

Prigozhin y Putin durante una cena en 2011.
Prigozhin y Putin durante una cena en 2011.

“La idea de que Prigozhin de alguna manera podría engendrar una revuelta masiva contra Putin es realmente un cuento de hadas”, señaló O’Hanlon. Sin embargo, este sigue siendo un “momento muy crítico y peligroso en Rusia”, opinó el experto.


Imperdonable

Por su parte, el corresponsal de Seguridad de la BBC, Frank Gardner, afirma que el acuerdo negociado por Lukashenko deja el marcador en “uno a cero para el presidente Putin”.

El corresponsal de la BBC cree que Prigozhin esperaba que la gente “se levantara y se uniera a él”, pero eso no sucedió.

Pero Gardner reconoce que es “profundamente vergonzoso” para Putin que Prigozhin pudiera cruzar la frontera y tomar el cuartel general militar del Distrito Sur de Rusia sin que nadie se le opusiera. Putin “no es alguien que vaya a perdonar esto”, dice el periodista.


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