Ella me vio la cara de tonto
Ella me vio la cara de tonto

Por: Magaly moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Pablo (Puente Piedra, 22). Hace unos meses inicié una relación muy bonita con Sara, una chica a la que conocí cuando trabajaba de jalador en una tienda de ropa. Ella pasaba regularmente por el lugar donde yo laboraba, debido a que ayudaba en su tiempo libre en el restaurante de su madre.

A las pocas semanas nos hicimos novios a escondidas de las personas del barrio para que los rumores no llegaran a su mamá. Según Sara, ella no estaría de acuerdo con nuestra relación, debido a que veía con malos ojos que haya dejado mis estudios por dedicarme a trabajar. Pese a que me pareció extraño, opté por apoyarla y acepté su condición.

En ningún momento presioné a Sara para tener intimidad porque respetaba su decisión de esperar a conocernos un poco más. Eso sí, el deseo y las ganas de tenerla entre mis brazos se intensificaban con el paso de los días. Por las noches, las ganas de tenerla conmigo me motivaban a buscarla y revelar finalmente nuestro amor.

Sin embargo, la sorpresa me la llevé yo el día que quise dejarle un recado en la entrada de su casa.

Vi cómo, a lo lejos, venía Sara de la mano de un hombre un poco más alto que ella y de apariencia fornida. Sentí que el corazón se me partía en pedazos al darme cuenta que mi enamorada me había engañado todo este tiempo y me di cuenta que me había visto la cara de tonto desde el inicio.

Fui grosero y le armé la escena de su vida en la calle, mientras tiraba al suelo el regalo que tenía para ella. Doctora, ese engaño me dejó devastado y no quiero volver a ilusionarme nunca más.

OJO CONSEJO:

Querido, debes estar muy dolido por lo que ocurrió, pero no es bueno aislarse. Toma el tiempo necesario para sanar la herida y sigue adelante. Suerte.

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