Mal hombre no es el padre de mi hijo

Por: Magaly moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Felicita (35, Magdalena del Mar). Doctora, cuando uno es joven los errores parecen cosa de nada. Cuando llegué a la mayoría de edad le pedí a mis padres como regalo de cumpleaños un viaje a cualquier destino del interior del Perú, ya que siempre quise conocerlo.

Los nuevos paisajes que presencié y las comidas exóticas que probé me animaron a experimentar nuevas sensaciones llenas de aventura.

Durante mi experiencia, conocí a Manuel, un chico atractivo que provenía de Colombia y que al igual que yo deseaba disfrutar de la libertad que otorgaba la naturaleza. De conversación a conversación me convenció para salir. Al inicio me dio miedo; sin embargo, su carácter y carisma terminaron por cautivarme.

En el último día de viaje le entregué mi virginidad, ya que él prometió regresar conmigo y vivir juntos en Lima. Me equivoqué de la manera más tonta. Cuando volví jamás me contactó y lo peor de todo es que al no usar protección quedé embarazada. Obviamente mis padres se enfurecieron y no quisieron dirigirme la palabra. Los años pasaron y crié a mi hijo bajo la ausencia paterna (le dije que su padre había fallecido). Una tarde, mientras veíamos la televisión, anunciaron la captura de un integrante de una conocida banda de delincuentes. Entre ellos se encontraba el hombre que me abandonó y nunca supo de la existencia de su hijo. Doctora, me debato entre decirle la verdad a mi hijo o callar para siempre. ¿Qué hago?

OJO CONSEJO:

Manuel tiene el derecho de saber que tiene un hijo, para ayudar en su bienestar. Cuando el niño sea más grande sería adecuado decirle el origen de su procedencia.

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