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Existe el dicho que al comer muchas zanahorias tendremos una vista excelente. Pero necesitamos además zinc y  A, B, C y E para mantenerla sana, ya que casi el 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de nutrición.

Los ojos de un gran miope de 40 años son los de alguien de 50; envejecen 10 veces más que los sanos a partir de 10 dioptrías, según establece el doctor José Benites Oftalmologo de la Clínica Oftalmológica Oculaser.

“Al igual que la piel, los ojos necesitan antioxidantes que ayuden a paliar o al menos demorar el proceso de desgaste natural”, sostiene.

Una dieta rica en vitaminas, minerales y sustancias carotenoides y flavonoides protegen, barren y limpian los radicales libres y nos permiten tener una buena visiòn por largo tiempo.

Quizá de niño le dijeron que comiera mucha zanahoria para tener ojos de lince. Exageraciones aparte, la cuestión es que se trata de una hortaliza rica en vitamina A (presente también en espinacas, tomates o melocotones), necesaria además para la visión nocturna, que suele ser mala en los miopes.

"Cerca del 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de malnutrición", tanto por defecto como por exceso” indica Benites y apunta que "es necesario llevar una alimentación sana y equilibrada para mejorar la salud visual".

¿Alimentos recomendables?

Aquellos que aportan vitamina A (ya lo hemos dicho) y B (cereales, frutos secos, verduras), C (cítricos o pimientos), E (espárragos, lechuga o guisantes), y zinc (apio, espárragos, hígado, patata). Las antocianidinas (cerezas, , manzanas o ciruelas) contribuyen a reparar las células nerviosas de la retina, aportando nutrientes al ojo. Varios autores han encontrado que con su uso mejoran los síntomas de la astenopía o cansancio visual.

Ingerir con regularidad pescado azul puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir una degeneración macular asociada a la edad, según algunos estudios. "Los aceites grasos Omega 3 tienen efectos antiinflamatorios, mejoran la calidad de la película lagrimal y refuerzan los mecanismos antioxidantes del ojo; favorecen el metabolismo de los fotorreceptores de la retina y se convierten en vehículo de otras sustancias beneficiosas", enumera el especialista.

Además los antioxidantes, incluyendo vitaminas C y E, carotenoides, luteína y zeaxantina se suman a la receta contra la degeneración macular. Y concede a los antioxidantes cierto efecto protector contra las cataratas. Brócoli, cítricos y arándanos, "por su elevado contenido en flavonoides antocianósidos".

Diversos estudios han demostrado que la incidencia de la miopía era un 7% menor en los niños que habían sido alimentados con leche materna. Y en el caso de la obesidad, un índice de masa corporal (IMC) más alto se relaciona con una mayor presión intraocular y con un mayor peligro de sufrir un glaucoma. 

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