Perder el trabajo es un situación difícil para cualquier persona, sin embargo, muchas veces los varones son los más afectados.
La psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, Carmen Bravo explica, que esto se debe a que el hombre puede experimentar sentimientos de vergüenza, miedo, humillación, cólera o incertidumbre. “La esposa debe escuchar sin criticar y servir de apoyo. Hay que recordar que la crisis no es sólo del que perdió el trabajo, sino de ambos e incluso de la familia”, aconseja Carmen. Te sugerimos no presionarlo.
Tanto el hombre como la mujer deben poner de su parte para que no sólo sea la pérdida del trabajo, sino la pérdida de la relación. Despreocúpate de los quehaceres diarios, dále tiempo, conversa contínuamente con él, no hagas comentarios en doble sentido para tratar de empujarlo a salir de su estado, al contrario esto lo hundirá y será perjudicial para ambos, dale más tiempo de lo usual y como equipo juntos saldrán adelante.
Recuerden que ambos son los cimientos de su hogar, si uno se quiebra, el hogar se derrumba.