El diagnóstico y el tratamiento contra el cáncer afecta la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad, tanto a nivel físico como emocional. Esto también incluye su sexualidad, por lo que contar con especialistas en esta área puede ser de gran ayuda al momento de afrontar efectos secundarios como el cambio en la imagen corporal o la pérdida del deseo sexual.

Diario OJO habló con Marilyn Toledo, past-presidenta de la Asociación Nacional de Psicooncología del Perú (ANPPE), sobre este tema.

¿Tener sexo está prohibido para los pacientes que están en tratamiento contra el cáncer?

No está prohibido; sin embargo, es importante puntualizar que el paciente debe consultar a su médico ya que cada caso es único y, por lo tanto, la situación se debe valorar de manera individual, considerando primero el tipo de cáncer que presenta, si es un cáncer genital, de ano o recto, de pene, próstata u otro que están directamente relacionados a las relaciones sexuales. En estos casos el médico podría recomendar que se eviten las mismas durante el tratamiento.

Otro factor que se puede tener en cuenta es el tipo de tratamiento que recibe el paciente, ya que la quimioterapia puede producir efectos adversos secundarios que podrían generar neutropenia y una mayor vulnerabilidad por disminución de los glóbulos blancos, por lo que se debe evitar exponerse a un contacto sexual. Asimismo, evitar las relaciones por la posibilidad de embarazo. Para ello el médico propondrá un método anticonceptivo.

Por último, preguntar al paciente si tiene o no deseos de tener relaciones sexuales con su pareja, ya que los efectos del tratamiento pueden generar cansancio, fatiga, malestar y no tener deseos de tener una relación sexual, por lo que se recomienda que con la pareja puedan encontrar formas diversas de expresar su interés romántico, explorar su sexualidad y realizar actividades conjuntas.

¿Qué problemas físicos experimenta el paciente debido al tratamiento?

El problema más significativo a nivel físico puede estar asociado a los cambios en el esquema corporal y que impactan en su autoestima, como la alopecia de cabello, cejas, pestañas, el rash cutáneo, la retención hídrica, la baja de peso significativa.

Asimismo, si el paciente tiene bolsa de colostomía, ileostomía, urostomía u otra ostomía también será percibido como un problema físico que puede llegar a limitarlo socialmente y presentar una alta preocupación con temor al rechazo de la pareja e incluso de la familia o del grupo social, pudiendo presentar problemas emocionales relacionados a respuestas de ansiedad, estrés o depresión.

¿Cuáles son los temores más comunes en el ámbito sexual que tienen los pacientes con cáncer, tanto hombres como mujeres?

Pueden presentar temor al abandono de la pareja o ya “no gustarles” por considerar que no serán “atractivas o atractivos” por el cambio en la imagen corporal, por la pérdida de una parte del cuerpo por cirugía, o por la pérdida del cabello, o la presencia de una ostomía.

También pueden tener temor al abandono o a la infidelidad por presentar disminución total o parcial del apetito o deseo sexual, no pudiendo intimar con su pareja limitándoles el poder recibir o dar placer, generando miedo al rechazo.

Asimismo, el temor a presentar disfunción eréctil en el hombre y dispareunia en la mujer. Todos estos temores generan una alta preocupación a que puedan ser abandonados ya que no les es posible “cumplir con el rol sexual” y pueden llegar a recibir “reclamos” de sus parejas.

¿Cómo pueden enfrentar estos miedos?

Lo primero es reconocer que se está en un tratamiento importante por un diagnóstico oncológico, y como tal hay cambios que son fisiológicos y que se van a presentar impactando en el deseo e interés en la actividad sexual.

El apoyo de la pareja es vital y significativo. Un paciente que cuenta con soporte y acompañamiento de la pareja, visibiliza la importancia de la relación más allá del cáncer. La pareja le da seguridad al paciente en que la relación no solo es a nivel físico o sexual, sino es una relación de vida. Así se reconfirma que la elección que se hizo de la pareja fue la mejor, que se tiene al compañero o compañera ideal que le permitirá al paciente comunicarse con total confianza como se siente y explicarle con sinceridad si ha perdido el interés o deseo por la actividad sexual, si tiene dolor u otro efecto secundario del tratamiento de tal manera que al sentirse escuchado disminuirá su sentimiento de rechazo y de culpa.

Asimismo, se debe reforzar la relación con aproximaciones físicas, expresiones de afecto, caricia y cuando deseen y puedan volver a la intimidad sexual. Se debe considerar consensuar con la pareja para buscar el mejor horario, la mejor posición, el contacto suave, el erotismo y otras técnicas de focalización sensitiva.

¿Cómo la pareja puede ayudar al paciente con cáncer?

Primero hablar con naturalidad del diagnóstico oncológico, acompañar y preguntar qué necesita o cómo puede ayudarla o ayudarlo a sentirse mejor. Validar las emociones del paciente sin descalificarlas, no exigirle ser más fuerte, sino expresarle confianza, seguridad y su amor.

Si el paciente habla de su físico con descalificación, la pareja debe señalar su atractivo. Si el paciente habla de la sexualidad, la pareja debe comentar del tema de manera abierta y flexible, sin presión de tiempos y momentos.

¿Cómo recuperar la actividad sexual después del cáncer?

Cada pareja tiene su propia historia, por lo que su sexualidad es única. Para algunas parejas será una prioridad la sexualidad y hay que validarla y para otras será importante, pero no determinante en sus relaciones afectivas.

Al sexo se le debe dar la misma importancia que tenía antes de la enfermedad, considerar el paso a paso, identificar, reconocer y estimular conductas sexuales que van desde el deseo sexual o libido, la excitación, la meseta, el orgasmo, la resolución y la satisfacción sexual.

Compartir con la pareja abiertamente los deseos sexuales y la necesidad de retomar la actividad sexual o darse un período de tiempo para buscar nuevas formas de placer sexual, identificar como se sienten y aceptar la relación en esta nueva situación, recordando que la sexualidad puede vivirse de muchas formas, pero lo más importante es sentirse feliz con la pareja que se tiene.

CAMPAÑA

Agua San Carlos ha lanzado la campaña “Gotas de Esperanza” que brindará asesoría y acompañamiento psicológico gratuito a las valientes mujeres que a diario luchan contra el cáncer de mama.

Para lograr este objetivo, la marca se ha aliado con la Asociación Nacional de Psicooncología del Perú (ANPPE), quien identificará a las pacientes y desarrollará las terapias.

Como parte de la campaña, Agua San Carlos ha lanzado una edición especial de sus botellas con tapa de color rosa, cuya venta será destinada a este propósito.

Más información de esta iniciativa la puede encontrar en .