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La presencia de sangre en el vómito de tu bebé te puede generar alarma y preocupación inmediata. Sin embargo, esta situación -conocida como hematemesis- no siempre representa gravedad. En algunos casos la causante puedes ser tú. Para que conozcas más respetco a este tema, te presentamos tres causas frecuentes que provocan esta situación.

1.-Heridas en tus pezones. Si tienes algunas grietas o heridas en esta parta de tu cuerpo, es probable que cuando le des el pecho a tu bebé ingiera salgre mezclada con leche. Si de pronto el niño vomita, el fluido tendrá un color marrón, como consecuencia de la mezcla de los jugos, el alimento y la propia sangre.

2.- Hemorragia nasal. Si tu bebé ha sufrido un traumatismo nasal expulsará la sangre que ha tragado o que se le ha quedado en la garganta. El vómito, en este caso, es una mucosidad sanguinolenta.

3.- Excesivos vómitos. Las arcadas o los vómitos fuertes pueden producirle a tu pequeño la rotura de los diminutos vasos sanguíneos que se localizan en el esófago y la faringe. Producto de ello, el vómito presentarían unos finos hilos de sangre.