Este es un problema muy común mientras estas en la dulce espera, se agrava durante las últimas semanas de gestación debido a una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos.
1. Pies en alto: Pon los pies en alto, cuando estés echada o sentada, deben estar más arriba que la cadera. Si estás en el trabajo, será muy útil poner un taburete debajo del escritorio.
2. Estira las piernas con frecuencia cuando estés sentada: Estira las piernas hacia delante y flexiona suavemente los pies hacia arriba para estirar los músculos de la pantorrilla. Gira los tobillos y mueve los dedos de tus pies. Evita cruzar las piernas o tobillos.
3. Beber agua y comer bien: El beber al menos 8 vasos de agua al día hará que tu cuerpo retenga menos líquidos; las comidas ligeras y bajas en grasas saturadas también ayudarán.
4. Hacer algo de ejercicio: Para mejorar la circulación es importante hacer algo de ejercicio. Caminar y nadar son actividades muy recomendables; especialmente, sumergirte en el agua puede reducir temporalmente la hinchazón.
5. Calzado apropiado: Es muy importante elegir un calzado lo más cómodo posible que se adapte a los pies hinchados, y también no usar medias o calcetines que aprieten ya que dificultará más la circulación.
6. Baños de pies calientes y fríos: Si prefieres agua caliente, llena un contenedor con agua caliente echando un puñado de sal gruesa e introduce los pies; hay que tener los pies en remojo durante unos 10 minutos masajeandolos suavemente. Si optar por agua fría, de igual forma llena un contenedor con agua fría y deja los pies en remojo 8 minutos; esto reactivará la circulación y bajará la inflamación.