A 31 años de prisión fue condenado Genner Ullilen Echavarría (35) por el feminicidio en agravio de la madre de sus tres menores hijos, Almeida Dávila Tapia (29), a quien asesinó a pedradas y enterró en un campo de cultivo de plátanos del centro poblado de Pacanguilla, en el distrito de Pacanga de la provincia de Chepén, en La Libertad.
El representante de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de Chepén, Jaime Williams Mori Chavesta, demostró ante el Poder Judicial la responsabilidad de Ullilen Echavarría.
El 18 de agosto del año pasado, Alcibíades Hernández cuando realizaba sus faenas agrícolas en unos sembríos de arroz y plantaciones de plátanos, cuando halló un cuerpo enterrado. De inmediato, alertó a sus vecinos para que traten de identificar a la víctima.
Posteriormente, se presentó a la comisaría de Pacanguilla, Ullilen Echevarría, quien manifestó que el cadáver pertenecía a su exconviviente Almeida Dávila, desaparecida desde el pasado 27 de julio.
El feminicida trató de engañar a los agentes del orden para librarse de su responsabilidad. Explicó que el día que se extravió su expareja, encontró a la mujer en el sector de Truz Bajo, sangrando a la altura de la cabeza y horas después falleció, pero por temor a que no creyeran en su versión decidió sepultarla en el lugar donde fue hallada.
Sin embargo, tras caer en varias contradicciones terminó por confesar que cometió el crimen.
El detenido narró que la tarde del 27 de julio del año pasado, mientras estaban en medio de los plátanos se acercó a acariciar y besar a su expareja con la intención de retomar su relación, pero fue rechazado por ella, quien lo agredió con puñetes y patadas.
En ese momento, el sujeto agarró una piedra y la golpeó en reiteradas oportunidades en la cabeza, cuando se dio cuenta que ya no tenía signos vitales procedió a sepultarla.