El líder espiritual de una secta cristiana, comúnmente conocida como Shincheonji, ubicada en la ciudad suroriental Deaegu, epicentro del nuevo coronavirus en Corea del Sur; se enfrenta a cargos criminales, entre ellos el de homicidio, por haber obstruido presuntamente los esfuerzos para contener el Covid-19.
El fundador Lee Man Hee y doce de sus seguidores están acusados de retener los nombres de miembros de la secta que podrían haber resultado contagiados con el virus y por tanto bloquear el trabajo de las autoridades sanitarias para frenar la propagación.
Ante las acusaciones, Man Hee, de 88 años, ha pedido perdón. “Quiero ofrecer mis más sinceras disculpas a la gente, en nombre de los miembros. No fue intencionado, pero numerosas personas fueron contagiadas”, lamentó.
Con más de de 3 mil 500 pacientes, Corea del Sur es el país con más casos de coronavirus, después de China, donde se inició el brote a fines de diciembre del año pasado y que sigue cobrando vidas. Las autoridades chinas han confirmado más muertes y elevó la cifra a 2 mil 912. El saldo mundial es más de tres mil.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó ayer que el número de nuevos casos de Covid-19 registrados en el mundo en las últimas 24 horas es nueve veces superior a los detectados en China.