La vacuna es un escudo de protección que salva vidas. Esa es la gran lección que se llevan a diario aquellos peruanos que no se vacunaron contra el COVID-19, pese a que estaban dentro del rango de edad, tras lograr salir a salvo de las UCI.

Varios de estos pacientes tuvieron la suerte de vivir para contarlo, tras batallar con el letal virus durante largos días en camas de un hospital. Ellos se arrepintieron de no haber recibido la inmunización para frenar la severidad del COVID-19.

“Hemos tenido oportunidad de tener pacientes graves que, por temas religiosos, no se han vacunado y que luego de haber salido de las UCI quedaron muy convencidos de que la vacuna habría sido un elemento muy importante para evitar un cuadro grave. Han sido informados y agradecidos de algo (las vacunas) que ya se venía informando muchísimo tiempo”, señaló a OJO Jesús Valverde, médico intensivista del Hospital Dos de Mayo y expresidente de la Sociedad Peruana de Medicina intensiva.

“Las cifras están con tendencias a disminuir lentamente, se respira mucha tranquilidad en los hospitales, los casos están conectados a pacientes no vacunados. No hay lista de espera, las camas UCI están disponibles y se ha aprovechado la oportunidad para que recursos humanos que ha trabajado durante un año, salga de vacaciones y descanse con la posibilidad de estar siempre alerta ante la presencia de una tercera ola. Eso ha permitido que el recurso humano se capacite, no se ha desarmado los equipos ni los contratos, como lección de la primera ola donde en la cual sí se hizo eso”, destacó.

SALEN AIROSOS. Destacó que gracias a las vacunas el 90% de peruanos que ingresan a UCI por el virus salen recuperados. Las posibilidades de recuperación tras el ingreso a UCI de los pacientes está por encima del 90%. “Definitivamente, la vacuna es un escudo de protección que minimiza el impacto. La estancia en UCI también ha disminuido de hasta 4 semanas a 14 días”, acotó.

PANDEMIA ACTUAL ES DE PACIENTES NO COVID-19

La actual pandemia en los hospitales es la de los pacientes crónicos, informó el médico intensivista Jesús Valverde. “Si hablamos de una proporción, de 10 camas UCI, hasta 9 las pueden ocupar pacientes con males crónicos o agudos que no fueron tratados”, acotó.

“Tenemos pacientes con enfermedades crónicas, corazón, riñón, diabetes, super hipertensos, pacientes que esperaban una cirugía, tuberculosis no tratados. Todos esos pacientes han estado postergados y vienen descompensados. De 10 camas de pacientes, 8 a 9 son para pacientes de enfermedades crónicas y agudas y 1 es para COVID-19”, señaló a este diario el doctor Valverde.