Familia de mujer asesina adopta al responsable del crimen como un hijo

Una joven estudiante de biología y que trabajaba en el santuario de focas en Holanda, identificada como Renske Hekman, fue asesinada por su pareja Alasam Samarie.

Ellos se conocieron el 2008 en Suiza donde trabajaba como instructora de esquí y mantuvieron una relación amorosa por un largo tiempo. Incluso los padres de ella lograron conocerlo.

En el 2011, cuando la pareja llevaba dos años, su madre se quedó despierta y en las noticias vió que había ocurrido un asesinato en Baflo, el lugar donde vivía Samarie con su hija.

El responsable del crimen era un hombre con rastas y Alasam Samarie era el único. Por ello llamó a la policía, pero esta no le pudo decir nada. Horas después le comunicaron que Renske y Samarie habían discutido y que él la golpeó en la cabeza con un matafuegos.

Luego Alasam Samarie escapó de la casa, pero fue detenido por la policía. Un tiempo después y tras recuperarse, los padres decidieron hablar con el asesino de su hija.

"(El encuentro en setiembre de ese año) fue muy emotivo. Nuestra terapeuta estaba allí, al igual que su abogado. Estábamos todos sentados en una habitación pequeña. Y luego él entró. Simplemente lloramos (...) Principalmente hablamos sobre lo que él creía que había pasado y por qué había pasado. Para nosotros era un rompecabezas".

Según el padre, no sintió enojo por le hombre que mató a su hija, pero igual necesitaba entender cómo un hombre tan gentil había cometido este crimen. 

Al visitar el lugar donde vivió su hijo y el hombre, encontró un tipo de antidepresivo conocido como un ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), y en los días previos a la muerte de Renske sus dosis habían subido y bajado.

El padre cree que esos aumentos y caídas afectaron su comportamiento. Cree que el medicamento, más la ansiedad que sentía por su pedido de asilo, contribuyeron a que se pusiera agitado y violento.

Ahora el padre decidió escribir un libro con él para darle "algo positivo para hacer" durante su encierro. El libro se llamó "Tomemos el próximo tren". Fue su manera de "encontrar una estructura dentro de una situación muy caótica".

HAY MÁS...