Aunque pudo sostener su mentira por más de nueve meses, la verdadera historia de Gabriela Sevilla, la supuesta mujer embarazada desaparecida, va saliendo a la luz. Su confirmó ante la Policía lo que revelaron los exámenes médicos cuando ella apareció el último viernes: la mujer de 30 años estaba fingiendo su embarazo.

Detalló en la División de Investigación de Personas Desaparecidas de la Dirincri que empezó a sospechar de que Gabriela inventó la gestación para continuar la relación y sus dudas se acrecentaban pues había cumplido más de nueve meses.

Según contaron fuentes policiales, el hombre refirió que no dormían juntos, ella mantenía distancia entre ambos y no dejaba que tocara su vientre. Además, le impedía que la acompañara a sus citas de ginecología con la excusa de que solo debía ingresar ella por protocolo del COVID-19. Incluso, afirmó que ella habría sido capaz de falsificar recetas médicas.

Cabe indicar que la joven no acudió el sábado a la Policía para dar su manifestación respecto a su presunta desaparición.

Embarazos ficticios afectan a una de cada 22 mil mujeres

Este caso, que causó revuelo, trajo a la luz un término médico: “pseudociesis”, referido a un embarazo ficticio, fantasma o psicológico, que según la ginecóloga Janeth Barchena lo viven una de cada 22 mil mujeres.

“La persona cree estar embarazada y tiene signos como falta de periodo, crecimiento de vientre, oscurecimiento de aureola del pezón. Esto se da en mujeres ansiosas en tener una gestación”, detalló.

Añadió que esto se presenta entre los 40 y 50 años, sobre todo en mujeres que han tenido problemas para gestar.

Martha Rondón, médico psiquiatra, sostuvo también que hay otros casos de falsos embarazos en personas con enfermedades mentales graves y, a diferencia de lo anterior, no presentan ningún cambio.

Aunque existen estos padecimientos, según el testimonio que dio en la Dirincri, Ana Burgos, madrina de Gabriela, ella no padecería ninguna enfermedad de salud mental.

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