La columna del Director: Corten cabezas a corruptos
La columna del Director: Corten cabezas a corruptos

Bien hacen algunas agrupaciones políticas de curarse en salud y limpiar sus listas al congreso de candidatos corruptos, oportunistas o improvisados que solo buscan llegar al poder para figuretear o sacar provecho para intereses personales. El congresista tiene que ser una persona preparada, intachable y con criterio para aportar las leyes que necesita el país. No se trata de ocupar una curul para enviar saludos o pedir la construcción de monumentos al beso, al amor o a la mascota “que más quiero”.

Hay representantes que solo van a dormir o a tomar jugo y café al congreso. Les interesa un pepino los proyectos de ley para el desarrollo de las regiones, la protección del medio ambiente, el bienestar económico, la salud, la educación o la seguridad del pueblo que los eligió. Y, lo que más teme la población es que mafias o narcotraficantes se puedan infiltrar a través de testaferros o especialistas en lavados de activos para “blanquear “ el dinero sucio que roban de las mismas arcas del estado a través de “comisiones” que cobran los corruptos como en lava jato o narcoindultos.

Es un escándalo que las agrupaciones con mayor opción para llegar al poder lleven en sus listas a más de 50 candidatos sentenciados, con procesos judiciales o cuestionados por escándalos y denuncias por corrupción. Hay casos como el de Moisés Mieses, de Fuerza Popular, que tuvo que ser desembarcado por Keiko Fujimori al enterarse que había sido condenado dos veces a prisión suspendida por presentar documentos falsos. Lo mismo sucedió con José Luis Novoa, de las filas de PPK por la región Amazonas, quien tiene tres condenas por peculado, colusión y falsificación de sellos. Y ni qué decir de algunos candidatos de las listas de César Acuña.

Negligencia o viveza criolla de los responsables de inscribir a los candidatos. No les importó ni la ventanilla única de uso electoral del JNE para conocer los “anticuchos” judiciales y policiales de los aspirantes al congreso.

Tanto Keiko, como PPK, Guzmán y Acuña son serios aspirantes a entrar a la según da vuelta y ganar las elecciones, por lo que con mayor razón no pueden aceptar que en sus filas se filtren los corruptos. La hija de Fujimori está viviendo en carne propia lo que es la corrupción. Vio de cerca las trapacerías de Vladimiro Montesinos y toda la banda que hundió a su padre. De hecho que si llega al poder no tiene que permitir el menor intento de corruptela. De lo contrario tiene que cortar cabezas y si es desde ahora mejor para que el pueblo no tenga dudas de que no repetirá los errores de su padre.

“Basta de privilegios o beneficios de unos pocos en detrimento del bien de todos”, ha dicho el Papa Francisco en su reciente visita a México porque “tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la violencia, el secuestro y la muerte”. No queda duda que eso es lo que ha ocurrido en el Perú a través de los diversos gobiernos que no hicieron nada por evitar las mafias y el pueblo viene sufriendo las consecuencias con la imparable inseguridad, crímenes y sicariato, peor que en la época del terrorismo. Ahora, son los mismos que antes fueron gobierno, los que cínicamente viene prometiendo salvar al país cuando en las calles se vive una ola de terror y muerte como en Lima, Callao, Ica, Chimbote, Trujillo o Tumbes.