Para nadie es un secreto que el estado de las carreteras del país son un desastre, más si se trata de vías que conectan a pequeños pueblos en sierra o selva. La tarde del sábado, una camioneta rodó a un abismo, en la provincia de Luya, Amazonas, y murieron ocho personas que regresaban a su pueblo luego de una reunión espiritual, pues pertenecían a una iglesia adventista. Por esta vía solo circulan camionetas 4x4, pues aún es una trocha y necesita urgente ampliación y mejoramiento. Y la tarea de mejorar esta vía corresponde a los alcaldes distritales de la zona, al alcalde provincial de Luya y al gobernador regional de Amazonas. Que se pongan de acuerdo y hagan las gestiones respectivas. Así como esta carretera, hay otras solo en Amazonas, que esperan por años ser mejoradas, como la vía entre Chachapoyas y Rodríguez de Mendoza, o la que va de Corral Quemado a Lonya Grande, a orillas del Marañón. ¿Acaso esperan más tragedias?