Cuanta envidia deben sentir los países vecinos de la solidez de la economía peruana, con una moneda que se vuelve fuerte frente al dólar. Es que no es poca cosa que pase esto cuando hay bajo crecimiento económico -se estima una subida de apenas 2.5 % del PBI para este año- por las protestas de comienzos de año y los desastres naturales que siguen golpeando en el norte, principalmente.
En Argentina la crisis empeora y su moneda vale menos cada día. Y ni qué decir de Bolivia, donde intervienen bancos y ya no hay dólares, moneda necesaria para las importaciones.
Parece que el Perú está dando lección en economía luego de un tremendo traspié con el profesor Pedro Castillo en Palacio de Gobierno, que espantó las inversiones y que costará mucho recuperarlas. Y todo ello se debe al buen manejo de la economía que hace el Banco Central de Reserva amparado en una Constitución que muchos aún detestan por pura necedad.