La muerte de 27 obreros durante una explosión seguida de un incendio en una mina en Arequipa es motivo para reflexionar sobre la necesidad de establecer y aplicar medidas de seguridad en todos los centros laborales del Perú. En el caso de Arequipa nos encontramos ante una mina formal, según la Fiscalía, y debe investigarse si se siguió protocolos en resguardo de sus trabajadores y se aplicó un plan de contingencia como exige la ley. Alarmante es, además, la situación de las minas informales y de los trabajos en general que se hallan dentro de la ilegalidad, en los que no se ejecutan programas de seguridad integral para los trabajadores. Ante ello, el Estado debe asumir de una vez por todas un rol protagónico de control y sanción para velar por jornadas saludables, implementos de seguridad y protocolos para garantizar la salud e integridad de los trabajadores, quienes son el pilar fundamental del desarrollo en el país.