Lima es ya indiscutiblemente la capital de la culinaria americana y en este caso la frase no proviene de ningún orgulloso chef nacional sino de un periodista chileno del diario El Mercurio, en el que se destaca además la seguridad de los peruanos sobre lo imbatible de su cocina.
No sólo la cocina es excelsa, variada, nueva y antigua a la vez (¡lo mejor de ambos mundos!), sino que hay algo más: se ha vencido, finalmente, el complejo de inferioridad cultural culinaria que nos afecta a los americanos frente a los Estados Unidos o Europa o China, señala El Mercurio en un artículo de Ruperto de Nola, titulado Lima en la cima, publicado en el suplemento Domingo.
Agrega que en el Perú no hay el temor a que el extranjero mire en menos lo que se come en la ciudad: se han sacado los limeños el susto de encima y se lo han endosado al visitante extranjero; están justamente convencidos de que cualquiera que desapruebe lo que Lima ofrece sobre manteles no hace sino demostrar una vergonzosa falta de cultura y de buen gusto.
Por ello, insta a los chilenos a imitar este rasgo de psicología colectiva. Lima debiera ser un ejemplo para nosotros (los chilenos), por mucho que la materialidad misma de su cocina sea inimitable. Es que no se trata de imitar los platos y la sazón; lo que hay que imitar es ese extraordinario espíritu, seguro de sí, señala.
Agrega que la prosperidad económica del Perú contribuye también a explicar este momento de su cocina y destaca la limpieza de la ciudad. La costanera que va desde Miraflores a Barranco es un precioso y largo jardín a cuyo lado algunas 'ciudades jardín' de nuestras costas (de Chile) quedan pálidas, sostiene.
El autor de la nota, narra el recorrido realizado por diferentes restaurantes capitalinos, como el de Virgilio Martínez. Qué restorán en Chile se atrevería a ofrecer como entrada unos sesos de chancho lechal, envueltos en fina panceta de tocino? ¡Y qué gloria eran!, exalza De Nola
Luego rinde homenaje al bistró de Hervé, el restorán Mayta, el Madeira, el Raphael, Punta Sal, El Señorío de Sulco y la anticuchería Panchita, destacando también la calidad de los vinos Tacama y, por supuesto la delicia de pisco sour.
Fuente: Andina