Los resultados no encontraron patrones claros entre las variantes genéticas que podrían usarse para predecir el comportamiento sexual de una persona. (Foto: AFP)
Los resultados no encontraron patrones claros entre las variantes genéticas que podrían usarse para predecir el comportamiento sexual de una persona. (Foto: AFP)

Washington. Un amplio estudio científico descartó que se pueda pronosticar a través de la genética el comportamiento sexual de un individuo y su posible atracción por las personas de su mismo sexo, aunque no desechó definitivamente la existencia de un “gen gay” que lo determine.

Esta es la conclusión de un análisis llevado a cabo en medio millón de perfiles de ADN por un grupo de investigadores en Europa y Estados Unidos, que fue publicado el jueves por la prestigiosa revista .

“(Debemos) resistirnos a las conclusiones simplistas, porque los fenotipos de conducta son complejos, porque nuestro conocimiento genético es rudimentario y porque tenemos un largo historial de mal uso de los resultados genéticos con propósitos sociales”, afirmó en conferencia de prensa Andrea Ganna, investigador del Hospital Genético de Massachusetts (EEUU).

Ganna encabezó el equipo científico del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, en el Instituto de Medicina Molecular de Finlandia que llevó a cabo el estudio, realizado entre casi medio millón de personas y que encontró que las variaciones genéticas de un individuo no tienen por qué pronosticar de manera significativa su comportamiento homosexual o heterosexual.

“Nuestras conclusiones amplían el conocimiento de los elementos en el comportamiento homosexual”, declaró el investigador, que también da clases en la Escuela de Medicina de Harvard, al tiempo que insistió en rechazar las “conclusiones simplistas”.

Durante la conferencia de prensa, Ganna evitó responder en uno u otro sentido si la homosexualidad es una característica genética o una opción de comportamiento.

El equipo internacional encabezado por Ganna examinó la información genética de más de 470 mil personas que dijeron haber tenido un comportamiento homosexual.

La teoría de 1990

El estudio tuvo como objetivo enterrar la idea surgida en 1990 de que hay un "gen gay".

"Es de hecho imposible predecir la orientación sexual de una persona en función de su genoma", dice Ben Neale, miembro del Broad Institute de Harvard y el MIT, una de las muchas instituciones de donde provienen los autores.

La orientación sexual tiene un componente genético, aseguran los investigadores, confirmando estudios anteriores más pequeños, especialmente en mellizos.

Pero este componente depende de una gran cantidad de genes. "No hay un único gen gay, sino muchos pequeños efectos genéticos distribuidos en el genoma", dice Ben Neale.

A esto se le agrega un factor esencial: el entorno en el que una persona crece y vive.

Para explicar mejor, los investigadores lo comparan con el tamaño de una persona. El efecto genético es indiscutible, ya que el porte está relacionado con el de los padres. Pero la genética no lo explica todo: la nutrición durante la infancia tendrá un impacto significativo. Esto es lo que los científicos llaman ambiente.

Lo mismo ocurre con el riesgo cardíaco: los genes crean predisposiciones, pero el estilo de vida y la dieta, tienen un papel más importante.

El estudio

Los autores analizaron las respuestas de la encuesta y llevaron a cabo estudios de asociación de genomas en el UK Biobank y la firma 23andMe, que ofrece análisis genéticos al público en general.

Pero los investigadores no hallaron patrón alguno entre las variantes genéticas que pudieran usarse para pronosticar o identificar de manera significativa el comportamiento sexual de una persona, en lo que hipotéticamente se ha dado por llamar el "gen gay".

En un artículo relacionado, Melinda Mills, del Departamento de Sociología en la Universidad de Oxford (Reino Unido), apuntó que "la evidencia de que la orientación sexual tiene un componente biológico podría moldear la aceptación y la protección legal" de esa conducta.

Del 4 al 10 % de los individuos en Estados Unidos dan cuenta de algún comportamiento homosexual, por lo cual esa evidencia, si la hubiese, podría afectar a "una proporción considerable de la población", agregó Mills.

Influencias

Muchos genes con efectos pequeños en las personas podrían contribuir en conjunto "a las diferencias individuales en la predisposición al comportamiento homosexual", según los investigadores que describieron patrones genéticos que son similares con muchos rasgos de personalidad, conducta y características físicas.

En el estudio, solo cinco variantes genéticas resultaron vinculadas "significativamente" con el comportamiento homosexual, y otras miles de variantes aparecieron como involucradas, pero en conjunto esas variantes tuvieron efectos pequeños y quedaron lejos de componer un pronóstico, según los investigadores.

Esas cinco variantes incluyen una relación con la regulación de las hormonas testosterona y estrógeno, así como diferencias específicas de cada género.

Biológicamente, resulta que un marcador genético también está asociado con la pérdida de cabello, lo que sugiere un vínculo con la regulación de las hormonas sexuales.

Presumiblemente, hay cientos o miles de otros marcadores, que los análisis futuros en bancos de ADN más grandes podrían descubrir algún día.

"Es un comportamiento complejo donde la genética juega un papel, pero probablemente de forma minoritaria. El efecto del ambiente existe, pero no podemos medirlo exactamente", dice Fah Sathirapongsasuti, científico de 23andme.com, el sitio de prueba de ADN que contribuyó al estudio con perfiles genéticos de clientes voluntarios.

"Cuando los investigadores combinaron los efectos de esas variantes, el impacto combinado fue tan pequeño -menos del 1 %- que este 'puntaje genético' no podría usarse de manera confiable para predecir el comportamiento homosexual de un individuo", aseguró por su parte Mills.

"El uso de estos resultados para el pronóstico, la intervención o una supuesta 'cura' (de la homosexualidad) es totalmente imposible", añadió la socióloga, especializada en la relación entre genética y comportamiento.

En el estudio participaron, además, científicos de Suecia, Holanda, Dinamarca, Australia, y varias universidades de Estados Unidos y el Reino Unido.

Complejidad

Los autores son conscientes de la delicadeza del tema. Dos de los investigadores tuvieron cuidado de recordar, en una conferencia telefónica con periodistas el martes, que ellos mismos eran homosexuales.

Para evitar cualquier interpretación errónea, consultaron con las asociaciones LGBT sobre cómo comunicar los resultados, que resumieron en un sitio web, geneticsexbehavior.info, en inglés.

La asociación estadounidense GLAAD elogió la investigación que confirma que "ser gay o lesbiana es una parte natural de la vida humana".

En 1993, un estudio a 40 familias pensó haber identificado un lugar único, el gen Xq28, que define la orientación sexual. El nuevo análisis refuta este modelo simplista.

Es probable que una cifra revelada por este estudio genere confusión. Los investigadores estiman que "8 a 25%" de las diferencias de orientación sexual en la población de la prueba se deben a variaciones genéticas.

Pero esta cifra es un concepto estadístico sobre una población y no significa que el 25% de la orientación de una persona dependa de sus genes.

Otro resultado pone en peligro la idea de que la orientación sexual puede medirse en un rango, según la llamada escala de Kinsey, del nombre del biólogo estadounidense que la definió en 1948.

Esta escala se divide en grados: de 100% homosexual a 100% heterosexual, pasando por bisexual.

"Suponer que cuanto más se siente atraído por alguien del mismo sexo, menos se siente atraído por el otro sexo, es una simplificación excesiva", dicen los investigadores, después de comparar los marcadores genéticos que afectan el número de parejas de cada sexo.

Fuentes: EFE / AFP

TAGS RELACIONADOS